El aterrizaje de Resilience: un nuevo intento de exploración lunar por parte de ispace
Cuatro meses y medio después de su lanzamiento a bordo de un cohete Falcon 9, el módulo lunar japonés privado Resilience se encuentra en posición para descender y aterrizar en la superficie lunar este jueves. Este hito llega dos años después de que la compañía intentara su primer aterrizaje, el cual fracasó cuando el módulo se quedó sin combustible y se estrelló contra la superficie lunar. El Resilience, que transporta cámaras, instrumentos científicos y un pequeño rover, se espera que descienda desde una órbita de 100 kilómetros de altura y toque tierra en Mare Frigoris, conocido como el Mar de la Frialdad, en el hemisferio norte de la Luna a 60 grados de latitud norte.
Para esta segunda misión, ispace ha desarrollado un mecanismo que permitirá desplegar el rover Tenacious, que también fue diseñado internamente por la compañía. El rover estará encargado de explorar la superficie lunar, desplegar una carga útil de un cliente y recolectar regolito lunar. Por su parte, el módulo Resilience continuará operando las cargas útiles a bordo y transmitiendo datos telemétricos valiosos a su centro de control de misión. Entre las cargas útiles se incluye un modelo a escala de una casa sueca, diseñado por el artista Mikael Genberg, que medirá apenas 12 centímetros de largo y 10 de alto.
El proyecto de la «casa lunar» ha suscitado curiosidad, y Genberg ha explicado que la realización de esta obra responde a un impulso creativo más que a un propósito práctico. Similar a la Torre Eiffel, que en su momento fue considerada una construcción sin sentido, el artista considera que su creación podría tener un valor simbólico en el futuro. Aunque la casa lunar sobrevivirá en el entorno sin aire de la Luna durante miles o incluso millones de años, su pintura personalizada se desvanecerá debido a la intensa radiación solar y el polvo lunar. Genberg ha expresado con humor su disposición a repintarla en caso de que reciba una invitación para hacerlo.
Isape es una de las pocas empresas que intentan ofrecer servicios de transporte no gubernamentales hacia la Luna, abarcando desde instrumentos científicos hasta demostraciones tecnológicas. Sin embargo, lograr que naves espaciales de bajo costo aterricen en la Luna ha demostrado ser extremadamente complicado. El primer intento de ispace en 2023 resultó en un fracaso, al igual que otros intentos de diferentes empresas. Hasta la fecha, solo Firefly Aerospace ha logrado un aterrizaje exitoso con su módulo Blue Ghost, marcando un avance significativo en la exploración lunar privada. Mientras tanto, Resilience ha seguido una trayectoria más larga que la de su predecesor, utilizando la gravedad lunar para alcanzar su órbita final antes del descenso.
