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Un reciente estudio de la Universidad de Adelaide pone de manifiesto la necesidad de una reflexión global más profunda en los cursos de criminología y justicia penal, así como de una inclusión activa de diversos actores en el ámbito académico. Los investigadores advierten que estos campos han estado históricamente dominados por un enfoque estadounidense, lo que limita la diversidad y la representación internacional en la educación criminológica.
El Dr. Jared Dmello, autor principal del estudio, señala que la metodología de enseñanza en criminología ha estado marcada por un enfoque aislado, favoreciendo a académicos estadounidenses y dejando de lado las voces internacionales. Esta investigación valida la percepción de muchos académicos alrededor del mundo que han observado esta tendencia centrada en EE. UU. en su campo.
Resultados del estudio
Publicada en el Journal of Criminal Justice Education, la investigación se llevó a cabo en colaboración con la Dra. Stuti Kokkalera de la Universidad Estatal de Sam Houston. Los resultados revelan que solo el 9.13% de las publicaciones analizadas en la muestra contaba con un autor de una institución no estadounidense. De esos 65 artículos, únicamente el 23.08% reflejaba colaboración entre autores de Estados Unidos y otros países.
Este limitado porcentaje de representación internacional en la principal revista educativa del campo pone de relieve la desconexión existente, a pesar de la notable cantidad de criminólogos que enseñan en instituciones reconocidas a nivel global. Además, el estudio indica que menos del 20% de los programas de criminología exigen un curso en criminología comparativa o internacional, y casi ninguno lo ofrece como materia obligatoria.
El Dr. Dmello enfatiza que es crucial que los líderes del sector, incluidos asociaciones profesionales y revistas académicas, reconozcan la importancia de incluir voces internacionales como parte esencial de sus esfuerzos por promover la diversidad, equidad e inclusión. La falta de plataformas accesibles para académicos globales limita no solo el intercambio de mejores prácticas, sino también los esfuerzos por descolonizar los planes de estudio.
La investigación concluye que, aunque se esperaba algún grado de subrepresentación, la magnitud de esta problemática es alarmante. Sin una representación adecuada de voces de todo el mundo, especialmente del Sur Global, el avance hacia una criminología verdaderamente global se ve obstaculizado. Se hace un llamado a continuar investigando sobre enfoques transnacionales en la educación criminológica y a garantizar que los graduados estén preparados para un mundo cada vez más interconectado.