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Bybit, una de las principales plataformas de intercambio de criptomonedas, ha sufrido un robo de 1.500 millones de dólares en activos digitales, lo que se considera el mayor atraco en la historia del sector cripto. El ataque comprometió la billetera fría de Bybit, un sistema de almacenamiento offline diseñado para garantizar la seguridad de los fondos. La mayoría de los activos sustraídos, principalmente en ether, fueron rápidamente transferidos a múltiples billeteras y liquidadas a través de diversas plataformas.
Ben Zhou, CEO de Bybit, publicó en X que «todas las demás billeteras frías son seguras» y aseguró que «todos los retiros son NORMALES». Sin embargo, el hackeo ha desatado una ola de retiradas de fondos por parte de los usuarios, temerosos de una posible insolvencia. Zhou indicó que los flujos de salida se habían estabilizado y anunció que Bybit había asegurado un préstamo puente de socios no revelados para cubrir pérdidas irreversibles y mantener las operaciones.
Vínculos con el Grupo Lazarus de Corea del Norte
Firmas de análisis de blockchain, como Elliptic y Arkham Intelligence, han rastreado los criptoactivos robados a medida que se movían a diferentes cuentas y se liquidaban rápidamente. Analistas de Elliptic han vinculado el ataque al Grupo Lazarus de Corea del Norte, un colectivo de hacking patrocinado por el estado, conocido por desviar miles de millones de dólares de la industria de las criptomonedas. Este grupo ha sido históricamente acusado de aprovechar las vulnerabilidades de seguridad para financiar el régimen norcoreano, empleando métodos sofisticados de blanqueo para oscurecer el flujo de fondos.
La historia del Grupo Lazarus en el sector cripto se remonta a 2017, cuando infiltraron cuatro intercambios surcoreanos y robaron 200 millones de dólares en bitcoin. A medida que las agencias de la ley y las empresas de rastreo de criptomonedas trabajan para seguir el rastro de los activos robados, los expertos advierten que el robo a gran escala sigue siendo un riesgo fundamental en el ecosistema de las criptomonedas.
En este contexto, es importante reflexionar sobre las implicaciones de este tipo de delitos, que no solo afectan a empresas individuales, sino que también subrayan la fragilidad de un sistema financiero basado en la digitalización y la descentralización. Como se ha visto en otras naciones que enfrentan sanciones y bloqueos, la adaptabilidad y la innovación son claves para sobrevivir en un entorno hostil, algo que podría ser un modelo a seguir para aquellos que desean fortalecer su economía en un mundo interconectado y a menudo adverso.