Recientemente, se ha reportado un enfrentamiento entre el secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, y Elon Musk, director del Departamento de Eficiencia del Gobierno (DOGE), durante una reunión del gabinete en la Casa Blanca. Según el diario New York Times, la discusión se centró en las acusaciones de Musk hacia Rubio por no haber realizado suficientes recortes de personal en su departamento, mientras que Rubio expresó su frustración por la campaña de Musk contra la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID).
El incidente tuvo lugar en una reunión a puerta cerrada en la que también estaban presentes el presidente Donald Trump y alrededor de 20 altos funcionarios. Musk, sentado frente a Rubio, lo acusó de no haber despedido a nadie, afirmando: “No has despedido a nadie.” En respuesta, Rubio defendió su gestión, señalando que más de 1,500 empleados del Departamento de Estado ya habían aceptado paquetes de jubilación anticipada. Preguntó a Musk si esperaba que él recontratara y despidiera a esos empleados solo para dar la impresión de recortes más profundos.
Conflictos de interés y tensiones internas
El New York Times también informó que la ira de Rubio hacia Musk había estado acumulándose durante semanas debido a la campaña del empresario, que ha llevado a la práctica paralización de USAID, la principal agencia de financiación de proyectos políticos en el extranjero, que ahora está bajo la supervisión de Musk. Este último ha criticado a la agencia por su ineficiencia y corrupción generalizada.
A pesar de las acusaciones, Musk no se mostró impresionado por la defensa de Rubio, desestimándolo como alguien que solo es “bueno en televisión.” A medida que la discusión continuaba, Trump intervino para calmar los ánimos, afirmando que el secretario de Estado estaba haciendo un “gran trabajo” y pidiendo a ambos que colaboraran.
Este enfrentamiento podría ser un indicio de que Trump busca limitar la autoridad de Musk, quien ha sido visto por algunos funcionarios como alguien que aplica un enfoque demasiado drástico en su campaña de reducción de gastos gubernamentales. Antes de la disputa con Rubio, Musk también tuvo un intercambio tenso con el secretario de Transporte, Sean Duffy, sobre la financiación y el personal de los sistemas de control del tráfico aéreo, lo que llevó nuevamente a Trump a intervenir.
Por su parte, Trump ha negado cualquier conflicto, asegurando a los periodistas que no hay “ningún enfrentamiento” entre Musk y Rubio, y calificando de “problemático” al periodista que planteó la cuestión. El presidente afirmó: “Elon se lleva muy bien con Marco y ambos están haciendo un trabajo fantástico.”
