El Primer Ministro francés, François Bayrou, ha rechazado las propuestas de convocar un referéndum sobre decisiones militares, argumentando que estas cuestiones son responsabilidad del gobierno. En una entrevista reciente en CNews y Europe 1, la periodista Sonia Mabrouk planteó la posibilidad de que los ciudadanos franceses pudieran opinar sobre políticas de defensa cruciales, como el aumento del gasto militar y la transición hacia una “economía de guerra”.
Bayrou desestimó esta idea, afirmando que permitir votaciones públicas sobre asuntos de defensa equivaldría a que Francia renunciara a su responsabilidad de protegerse. “Sí, lo que sugieres es el derecho del pueblo a no disponer de sí mismo, o a dejar de disponer de sí mismo, a renunciar a su libertad”, respondió el Primer Ministro.
Limitaciones constitucionales y contexto de defensa
El Primer Ministro enfatizó que la Constitución francesa restringe los referendos a cuestiones económicas, sociales o institucionales, excluyendo explícitamente los temas militares y de defensa. “Consultamos a los franceses, es la Constitución. Pero un referéndum solo puede tener lugar sobre cuestiones muy específicas económicas, sociales o institucionales”, declaró Bayrou.
Esta postura se alinea con los recientes esfuerzos del gobierno para fortalecer la defensa nacional. El pasado viernes, Bayrou y el Ministro de Finanzas, Eric Lombard, anunciaron que Francia está considerando la posibilidad de lanzar un préstamo nacional para financiar el aumento del gasto en defensa. Esta medida se produce en un contexto en el que los países de la UE buscan reforzar sus capacidades militares, especialmente tras la decisión de Estados Unidos de detener la ayuda militar a Ucrania y cuestionar sus compromisos con la OTAN.
Lombard mencionó la posibilidad de un préstamo nacional para la defensa, una opción que Bayrou reconoció, aunque no se ha tomado una decisión final. El presidente francés, Emmanuel Macron, ha comprometido recientemente un aumento en el gasto en defensa, aunque no ha especificado la cantidad y ha descartado aumentos de impuestos. Sin embargo, esta iniciativa enfrenta desafíos debido al déficit presupuestario de Francia y la presión por controlar los gastos, evidenciada por la demora en la aprobación del presupuesto de 2025 en un parlamento dividido.
En enero, la Ministra de Presupuesto, Amélie de Montchalin, anunció planes para recortar el gasto público en 32 mil millones de euros y aumentar los impuestos en 21 mil millones. Críticos de estas medidas fiscales advierten que podrían afectar a las familias de clase media, pequeños empresarios y jubilados que ya enfrentan el aumento de los costos. Muchos temen que la financiación militar pueda suponer una carga adicional para los contribuyentes. Cuando se le preguntó cómo se financiaría el aumento del gasto, Bayrou no ofreció una respuesta clara: “Definiremos [la financiación] juntos. Y debemos mantener la calma durante este período”, dijo.
A pesar de las preocupaciones, Bayrou insistió en que solo el gobierno debe tomar decisiones sobre políticas de defensa. “La responsabilidad del gobierno es decir que no podemos dejar desarmado al país. Es vital”, concluyó.
