La República Democrática del Congo (RDC) se encuentra en una encrucijada crítica, buscando asegurar asistencia militar de Estados Unidos a cambio de acceso a sus vastos recursos naturales. Según un informe del Financial Times, las conversaciones entre ambos países han cobrado impulso recientemente, aunque persisten varios obstáculos y se encuentran en una fase relativamente temprana.
La violencia ha aumentado en las provincias orientales de la RDC desde enero, con el grupo militante M23 tomando el control de varias ciudades clave. El primer ministro Judith Suminwa estimó que el conflicto ha causado alrededor de 7,000 muertes en el último mes. Este contexto de inestabilidad ha llevado a Kinshasa a buscar apoyo internacional, especialmente de Washington, en un intento por frenar los avances de los militantes.
La RDC ha acusado repetidamente a Ruanda de respaldar a los M23, una afirmación que ha sido respaldada por voces occidentales. Sin embargo, el gobierno ruandés ha negado estas acusaciones, lo que añade una capa de complejidad a la situación. En este contexto, la portavoz del presidente congoleño, Felix Tshisekedi, ha instado a las empresas estadounidenses a adquirir directamente los minerales de la RDC, en lugar de depender de Ruanda, a quien acusa de participar en el contrabando de recursos.
Un potencial acuerdo mineral
En una carta dirigida al secretario de Estado de EE. UU., Marco Rubio, el senador congoleño Pierre Kanda Kalambayi destacó que Estados Unidos está en una posición privilegiada para forjar una asociación duradera con la RDC, un país que posee más de 24 billones de dólares en reservas no explotadas de minerales críticos. Entre estos recursos se encuentran el cobalto, de particular interés para los sectores aeroespacial y de defensa, así como el litio, tantalio y uranio.
Kalambayi expresó que Kinshasa espera que Washington intensifique la cooperación militar y los esfuerzos para entrenar y equipar a las fuerzas armadas congoleñas. Desde que asumió la presidencia, Donald Trump ha mostrado interés en acceder a depósitos de minerales críticos en el extranjero, con un enfoque particular en Groenlandia y Ucrania.
Se esperaba que un acuerdo mineral con Ucrania se firmara la semana pasada, pero un intercambio acalorado entre el presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, y Trump en la Casa Blanca detuvo el proceso. Trump acusó a Zelensky de falta de respeto y de no mostrar gratitud por la ayuda estadounidense, lo que ha complicado aún más las relaciones entre ambos países. A pesar de esto, Zelensky ha indicado que Ucrania está dispuesta a continuar con el acuerdo.
La situación en la RDC, marcada por la lucha por el control de recursos valiosos y la inestabilidad política, plantea interrogantes sobre el futuro de la cooperación internacional y la seguridad en la región. La búsqueda de la RDC por apoyo militar estadounidense podría cambiar el equilibrio de poder en el país y en la región, mientras las potencias extranjeras buscan asegurar el acceso a recursos estratégicos en un mundo cada vez más competitivo.
