
El mundo de la música se encuentra de luto tras el fallecimiento de Roy Ayers, un pionero del jazz-funk y reconocido vibrafonista, a la edad de 84 años. Su carrera, que abarcó más de seis décadas, dejó una huella indeleble en la música contemporánea, influyendo en numerosos géneros y generaciones de artistas.
Nacido el 10 de septiembre de 1940 en Los Ángeles, Ayers mostró una inclinación hacia la música desde muy joven, influenciado por su padre, trombonista, y su madre, profesora de piano. A la edad de cinco años, recibió sus primeros mazos de vibráfono de la mano del célebre líder de banda Lionel Hampton, lo que marcaría el inicio de una pasión que lo acompañaría toda su vida.
Su carrera musical comenzó en 1963 con el álbum ‘West Coast Vibes’, pero fue su colaboración con el flautista de jazz Herbie Mann en 1966 la que le otorgó mayor visibilidad. En la década de 1970, Ayers fundó Roy Ayers Ubiquity, un grupo que fusionó jazz, funk y soul, creando un sonido único que se convirtió en un referente de su época. Su tema más emblemático, ‘Everybody Loves the Sunshine’, lanzado en 1976, se caracteriza por su relajante ritmo y un memorable riff de sintetizador, convirtiéndose en un clásico atemporal.
Ayers describió la creación de esta canción como un momento espontáneo y mágico: “Todo el mundo ama el sol”, declaró en una entrevista, recordando cómo surgió la frase que da título a la canción. Este tema no solo transformó su carrera, sino que se ha convertido en un himno generacional, siendo versionado y sampleado por artistas de renombre como Dr. Dre, Pharrell Williams y Mary J. Blige. “La canción lo cambió todo para mí”, afirmaba Ayers, quien disfrutó de una relación especial con su público, que siempre lo acompañaba en sus presentaciones.
A lo largo de su trayectoria, Ayers no solo lanzó numerosos álbumes, sino que también compuso la banda sonora de la película ‘Coffy’ (1973) y realizó una gira de seis semanas por Nigeria junto al pionero del afrobeat, Fela Kuti. Además, su influencia se extendió a la música hip-hop, siendo sampleado por artistas como A Tribe Called Quest, J. Cole y Mos Def. Su estilo también resonó en el ámbito de la música electrónica, con leyendas del drum and bass y del house incorporando su sonido a sus producciones.
A pesar de su avanzada edad, Ayers continuó actuando con entusiasmo y energía, dejando una impresión positiva en quienes tuvieron la oportunidad de disfrutar de su música. Su legado perdura no solo en sus grabaciones, sino también en el impacto que tuvo en la música de las generaciones posteriores. “La verdadera belleza de la música es que conecta a las personas”, solía decir Ayers, reafirmando su papel como mensajero de un mensaje universal a través de su arte.