La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha presentado un ambicioso plan de rearme que la líder ha calificado de “histórico”. Este proyecto busca establecer una “unión de defensa” en la Unión Europea, con el objetivo de reducir la dependencia del continente respecto a Estados Unidos en materia de defensa.
Durante una rueda de prensa en Bruselas, Von der Leyen subrayó que la UE ha entrado en una nueva era de “competencia geoestratégica dura”. La presidenta destacó que la soberanía y los compromisos inquebrantables están siendo cuestionados, y que la situación actual se ha vuelto “transaccional”.
El plan, que prevé una inversión de 800.000 millones de euros (868.000 millones de dólares), se presenta como un paso fundamental para fortalecer la capacidad militar de la UE. Von der Leyen afirmó que esta iniciativa puede ser la base para una unión de defensa europea, sugiriendo que el bloque podría “colaborar con otros países afines, como el Reino Unido, Noruega o Canadá”.
Reacciones y contexto internacional
La presidenta de la Comisión también anunció que pronto se publicará un libro blanco que analizará “escenarios de amenaza” y propondrá acciones para abordarlos. Este enfoque se produce en un contexto en el que el expresidente estadounidense Donald Trump había instado a sus aliados europeos a aumentar su gasto en defensa, lo que generó tensiones con varios estados miembros de la UE.
Trump había culpado a Ucrania por las hostilidades con Rusia y había suspendido la ayuda militar a Kiev, lo que llevó a la UE a replantearse sus arreglos defensivos. En este sentido, el presidente francés Emmanuel Macron ha calificado recientemente a Rusia como “una amenaza para Europa”, sugiriendo que el arsenal nuclear de Francia podría ser utilizado para proteger a otros estados miembros de la UE. Estas declaraciones han sido consideradas por Moscú como “altamente confrontacionales”.
La propuesta de Von der Leyen y las reacciones de líderes europeos reflejan una creciente preocupación por la seguridad en el continente, en un momento en que las dinámicas geopolíticas están cambiando rápidamente. La creación de una unión de defensa europea podría marcar un punto de inflexión en la política de seguridad del continente, buscando una mayor autonomía frente a las influencias externas.
