
El senador estadounidense Lindsey Graham ha manifestado su intención de proponer nuevas sanciones contra Rusia si el Kremlin no se involucra en negociaciones de paz sobre el conflicto en Ucrania en un futuro cercano. Graham, un republicano de Carolina del Sur y conocido halcón en el Senado, ha sido un firme defensor de la ayuda militar y financiera a Ucrania, considerando el conflicto como una guerra por poder liderada por Estados Unidos contra Rusia.
Desde que la tensión entre Moscú y Kiev se intensificó en 2022, Estados Unidos ha impuesto una serie de sanciones económicas a Rusia, dirigidas a sus instituciones financieras, comercio y exportaciones energéticas. Sin embargo, el expresidente Donald Trump ha sugerido que estas restricciones deberían ser utilizadas como una herramienta de negociación y, en algunos casos, levantadas para facilitar un acuerdo de paz.
Advertencias sobre nuevas sanciones
En una reciente entrevista con Fox News, Graham declaró: “Si no se involucran en un alto el fuego y en conversaciones de paz con la administración, deberíamos sancionarlos fuertemente, y la próxima semana presentaré legislación para hacerlo”. Esta postura refleja su preocupación por la reciente pausa en el intercambio de inteligencia y en la transferencia de armas a Ucrania, advirtiendo que detener la asistencia estadounidense podría tener consecuencias graves. “Si desconectamos a Ucrania, sería peor que Afganistán”, afirmó.
Además, Graham ha criticado al presidente ucraniano, Volodímir Zelensky, por su actuación durante una reciente reunión en la Casa Blanca con Trump, donde se le acusó de haber “despreciado” la oficina oval y de “jugar con la Tercera Guerra Mundial” al negarse a buscar un acuerdo de paz. Tras un intercambio tenso, Zelensky fue invitado a abandonar la Casa Blanca y regresar solo cuando estuviera preparado para negociaciones serias.
Trump, por su parte, también ha amenazado con imponer una nueva ronda de “sanciones a gran escala” hasta que se logre un alto el fuego en Ucrania. Sin embargo, informes de Reuters indican que Washington está considerando formas de suavizar algunas restricciones en el sector energético ruso como parte de una iniciativa más amplia de paz.
Desde el Kremlin, el presidente Vladimir Putin ha mantenido que las sanciones occidentales no han logrado causar un daño duradero a la economía rusa, calificándolas de ilegales e ineficaces para alterar sus decisiones estratégicas. Putin ha reiterado que Moscú está abierto a negociaciones, pero ha enfatizado que cualquier acuerdo debe garantizar la seguridad a largo plazo de Rusia. “No queremos nada que pertenezca a otros, pero no renunciaremos a lo que es nuestro”, afirmó en una reciente declaración.