La vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, ha expresado su desacuerdo con el presidente Pedro Sánchez en relación al aumento del gasto en Defensa. Durante su intervención en Bruselas, Díaz enfatizó que «subir el presupuesto militar no arregla nada», posicionándose en una clara discrepancia con Sánchez, quien ha prometido alcanzar el 2% del PIB en gasto militar antes de 2029. Para el presidente, este incremento es un compromiso con la OTAN y un reforzamiento necesario ante el contexto geopolítico actual. Sin embargo, la ministra de Trabajo sostiene que el debate debe trascender las cifras y centrarse en la reorganización de la política de defensa europea.
Díaz subrayó que «Europa ya concentra más presupuesto en Defensa que Rusia» y recalcó que la prioridad no debería ser simplemente aumentar la inversión militar. Ha criticado la falta de una estrategia común en la Unión Europea, argumentando que la situación actual es una consecuencia de no haber desarrollado una política exterior y de defensa propia. «Nos encontramos en un cambio geopolítico que nos obliga a reflexionar», afirmó, sugiriendo la necesidad de coordinar esfuerzos desde un enfoque colectivo y europeo.
Reunión entre Sánchez y Díaz
El presidente Sánchez y la vicepresidenta Díaz se reunirán para discutir la política de defensa y el gasto militar. Este encuentro, previsto para el martes, ha sido anunciado por el portavoz de Sumar, Ernest Urtasun, quien ha señalado que su formación se opone al plan de rearme de la Comisión Europea, que contempla créditos por valor de 800.000 millones de euros para invertir en defensa. Urtasun también ha dejado claro que «de ninguna manera» aceptarán que se afecten las partidas del Estado del Bienestar en este proceso.
Por otro lado, los ministros de Economía de la UE están debatiendo en Bruselas las propuestas de la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, que buscan aumentar la inversión en Defensa. Este plan incluye la movilización de 150.000 millones de euros en préstamos para fortalecer las capacidades militares de los estados miembros y la posibilidad de excluir estas inversiones del cálculo del déficit, lo que permitiría a los gobiernos destinar más recursos sin infringir las reglas fiscales. Aunque Pedro Sánchez ha mostrado su apoyo a estas medidas y su interés por que España se beneficie de esta flexibilidad, la falta de una mayoría parlamentaria suficiente podría complicar la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado.
