
Nuevas Revelaciones Sobre el Megalodon: Un Gigante Marino Más Esbelto de lo que Se Creía
El paleobiólogo Dr. Kenshu Shimada ha estado fascinado por los tiburones fósiles desde su infancia, incluyendo el enorme Otodus megalodon. Su interés por esta especie se remonta a cuando encontró su primer diente de megalodon a la edad de 13 años. Sin embargo, su mirada crítica hacia la representación del megalodon en la cultura popular se intensificó tras ver la película «The Meg» en 2018, en la que se mostraba a este tiburón, extinto desde hace millones de años, como un depredador que aún sobrevive en la actualidad. Además, la versión de Hollywood del megalodon, con una longitud de 23 metros, le parecía exageradamente grande.
A pesar de que el tamaño exacto del megalodon ha sido un misterio debido a la falta de fósiles completos, investigaciones recientes realizadas por Shimada sugieren que este tiburón podría haber alcanzado una longitud de hasta 24 metros. Lo que es más sorprendente es que el estudio, publicado en la revista Palaeontologia Electronica, propone que el megalodon era más esbelto de lo que se pensaba, asemejándose más a un tiburón limón que a un robusto tiburón blanco. Según Shimada, es crucial alejarse de la idea de que el megalodon era simplemente una versión gigante del tiburón blanco moderno.
El registro fósil del megalodon, aunque abundante en dientes, es escaso en otras partes del cuerpo, lo que dificulta la reconstrucción de su apariencia. Este tiburón, que dominó los océanos entre hace 15 millones y 3.6 millones de años, pertenece a la familia de los peces cartilaginosos, cuyos esqueletos son poco mineralizados y, por ende, menos susceptibles a la fosilización. A pesar de que se han encontrado partes de esqueletos de tiburones gigantes de la misma época, no se han hallado vértebras asociadas directamente al megalodon, aunque se presume que pertenecen a la misma especie. La investigación de Shimada, que involucra el análisis de 145 especies de tiburones vivos y 20 especies extintas, ha llevado a la conclusión de que el megalodon probablemente poseía un cuerpo más estilizado, lo que podría ayudar a entender cómo algunos vertebrados pueden alcanzar tamaños extraordinarios.