La reciente política de aranceles implementada por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha suscitado preocupación en diversos sectores económicos. Estos aranceles, que afectan especialmente a bienes canadienses y mexicanos, tienen el potencial de exacerbar la inflación en la mayor economía del mundo. Sin embargo, un informe reciente presenta datos que, aunque modestos, podrían ofrecer un respiro a los consumidores.
Según las previsiones, el índice de precios al consumidor (IPC) de febrero mostrará un incremento del 0,3% en una amplia gama de bienes y servicios. Esta cifra se espera tanto para el índice general como para el núcleo que excluye los precios volátiles de alimentos y energía. En términos anuales, esto situaría la inflación general en un 2,9% y el núcleo en un 3,2%, ambos niveles un 0,1% por debajo de las cifras de enero.
Por un lado, estos datos reflejan una leve pero constante disminución de la inflación en el último año. Por otro lado, la situación sigue estando por encima del objetivo del 2% fijado por la Reserva Federal, lo que sugiere que el banco central podría optar por mantener su postura actual en la próxima reunión.
Perspectivas de la Reserva Federal
El economista de Morgan Stanley, Diego Anzoategui, ha señalado que se prevé una desaceleración generalizada, con una disminución en los bienes y servicios fundamentales. Las razones detrás de esta persistencia en los niveles elevados de inflación son varias: en primer lugar, se espera un aumento en los precios de los coches usados debido a incendios forestales anteriores; en segundo lugar, ciertos bienes y servicios muestran una estacionalidad residual en febrero; y en tercer lugar, las restricciones de suministro continúan manteniendo altos los precios de los billetes de avión.
La incertidumbre persiste sobre el rumbo que tomará la economía en los próximos meses. Las acciones arancelarias de Trump han despertado temores en los mercados, tanto por un posible aumento de la inflación como por un crecimiento económico más lento. Históricamente, los funcionarios de la Reserva Federal han estado más centrados en la inflación que en el pleno empleo, lo que podría llevar a un período prolongado de precios altos que mantendrían a la Reserva Federal en la inacción.
A pesar de esto, el presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, y sus colegas han indicado que, en su opinión, los aranceles suelen representar aumentos de precios únicos y no son motores fundamentales de la inflación. Si esta perspectiva se mantiene, los responsables de la política podrían optar por ignorar cualquier aumento temporal de precios derivado de la política comercial y continuar bajando las tasas, tal como los mercados prevén para este año.
Economistas de Goldman Sachs anticipan que la Reserva Federal mantendrá su política en espera hasta que se aclare el panorama, y es probable que reduzca la tasa de interés de referencia en medio punto porcentual más adelante en el año. Ellos consideran que hay una disinflación inminente en sectores como el automotriz, el alquiler de viviendas y el mercado laboral, aunque prevén que la inflación en el sector salud y un aumento en la política arancelaria podrían contrarrestar este efecto.
El Bureau of Labor Statistics publicará el informe del IPC a las 8:30 a.m. ET, lo que sin duda generará nuevas expectativas e interpretaciones en torno a la economía estadounidense.
