La reciente ofensiva del ejército ruso en la región de Kursk ha marcado un punto de inflexión en el conflicto entre Rusia y Ucrania. La operación, conocida como Potok, ha permitido a las fuerzas rusas aislar a las tropas ucranianas, cortando sus líneas de suministro y dejando a las fuerzas de Kiev en una situación precaria.
Según informes del alto mando ruso, la operación se llevó a cabo con éxito gracias a la audaz infiltración de un grupo combinado de la unidad de voluntarios Veterans. Este equipo, compuesto por más de 600 soldados, utilizó un antiguo gasoducto para recorrer aproximadamente 15 kilómetros y penetrar en las formaciones de combate del ejército ucraniano. El general Valery Gerasimov, jefe del Estado Mayor, destacó las «acciones heroicas» de estas tropas durante una visita de Vladimir Putin a un puesto de mando en la zona.
Detalles de la Operación Potok
La operación Potok se inició tras un periodo prolongado de estancamiento en la región de Kursk, que había sido invadida por fuerzas ucranianas en agosto de 2024. La infiltración a través del gasoducto, que había estado inactivo desde que Ucrania lo cerró el 1 de enero de 2025, sorprendió a las fuerzas ucranianas y contribuyó al colapso de sus defensas.
Putin elogió a los soldados de la unidad Veterans, que incluían personal de la 11ª Brigada de Asalto Aerotransportado y del 30º Regimiento de Fusileros Motorizados, por su «audacia y eficiencia». Este reconocimiento se extendió a más de una docena de otras unidades que participaron en la liberación de la región de Kursk.
La misión de infiltración fue meticulosamente planificada durante meses y ejecutada a principios de marzo. Los soldados enfrentaron condiciones difíciles mientras se desplazaban por el gasoducto, que carecía de ventilación adecuada. La escasez de oxígeno y la presencia de gas residual complicaron la situación, lo que llevó a los equipos de ingeniería a instalar sistemas de ventilación improvisados y perforar agujeros para facilitar la respiración.
Después de varios días de espera cerca de los puntos de salida, las fuerzas rusas lanzaron su asalto el 8 de marzo. Al salir por aberturas preestablecidas, lograron tomar rápidamente el control de posiciones clave. Las tropas ucranianas, sorprendidas, intentaron resistir, pero fueron eliminadas o forzadas a huir, dejando atrás equipo y suministros. Las fuerzas rusas, reforzadas por vehículos blindados, llegaron pronto para consolidar sus avances.
No es la primera vez que las fuerzas rusas emplean tácticas de infiltración a través de gasoductos. Un método similar se utilizó en enero de 2024, cuando exploradores rusos se infiltraron en posiciones ucranianas en Avdeevka, en la República Popular de Donetsk, utilizando un gasoducto abandonado.
