
La demanda presentada por el agricultor peruano Saul Luciano Lliuya contra el gigante energético alemán RWE está a punto de convertirse en un hito en la lucha por la responsabilidad climática. Este caso, que será juzgado en Alemania, podría sentar un precedente significativo en la búsqueda de justicia para aquellos que se ven directamente afectados por el cambio climático.
Lliuya sostiene que las emisiones históricas de gases de efecto invernadero de RWE han contribuido al calentamiento global, lo que a su vez ha acelerado el deshielo de los glaciares en su localidad natal, Huaraz, Perú. Como consecuencia, el Lago Palcacocha ha crecido a niveles peligrosos, amenazando a la comunidad con inundaciones catastróficas. RWE, que no tiene operaciones en Perú, rechaza la responsabilidad legal alegando que el cambio climático es un problema global con múltiples causas.
Precedentes en la lucha climática
Esta demanda es una de las primeras de su tipo en llegar a juicio, y ha sido calificada como un caso sólido desde su admisión por los tribunales en 2017. Noah Walker-Crawford, investigador de la London School of Economics y asesor de la ONG Germanwatch, destaca que este caso es único, ya que se centra en las experiencias de una persona directamente afectada por el cambio climático. La corte actualmente está en la fase de recopilación de evidencia, evaluando si la comunidad de Lliuya enfrenta un riesgo significativo de inundación.
El abogado Sebastien Duyck, del Centro para el Derecho Ambiental Internacional, enfatiza que el impacto de este caso no radica tanto en el resultado específico o en la cantidad de daños solicitados, sino en el precedente que podría establecer. La posibilidad de que las corporaciones de combustibles fósiles sean consideradas responsables por los costos climáticos en proporción a sus emisiones podría abrir la puerta a numerosos casos similares a nivel mundial.
El caso ha sido descrito como un posible «cambio de juego» por expertos en la materia. Murray Worthy, de Zero Carbon Analytics, afirma que aunque se centra en una única localización en Perú, las implicaciones son enormes. Si las empresas de combustibles fósiles son obligadas a asumir la responsabilidad de los costos derivados del cambio climático, esto podría transformar la economía del sector energético global.
RWE argumenta que la demanda es inadmisible y que responsabilizar a emisores individuales por un fenómeno global como el cambio climático podría sentar un precedente peligroso. La compañía sostiene que las soluciones climáticas deben abordarse a través de políticas estatales e internacionales, no a través de los tribunales.
La implicación de este caso podría extenderse a los mercados financieros. Walker-Crawford menciona que ya se están observando efectos negativos en el valor de las acciones de las empresas demandadas cuando los casos climáticos avanzan. Esto indica que los inversores están cada vez más conscientes de la responsabilidad financiera que pueden acarrear las litigaciones climáticas.
Lliuya, quien también trabaja como guía de montaña, comenzó su demanda con pocas esperanzas. Sin embargo, su perspectiva ha cambiado a lo largo de los diez años transcurridos desde que inició el proceso. La visita de jueces alemanes a su hogar y al lago en 2022 le dio motivos para creer que su voz está siendo escuchada y que la justicia podría ser posible.