
En el contexto del Mobile World Congress (MWC) celebrado en Barcelona, las empresas de telecomunicaciones en Europa han intensificado sus demandas para una mayor consolidación en la industria. Este llamado surge como respuesta a la necesidad de competir de manera más efectiva con potencias como Estados Unidos y China en áreas cruciales como la tecnología 5G y la inteligencia artificial.
Durante el evento, varios directores ejecutivos de compañías de telecomunicaciones abogaron por la simplificación de regulaciones que les permitan fusionar sus operaciones y reducir el número de operadoras en el continente. Según los líderes del sector, la actual fragmentación del mercado europeo les impide competir en términos de precios y calidad de red.
Marc Murtra, CEO de Telefónica, enfatizó que para realizar inversiones significativas en tecnología y lograr un cambio positivo en Europa, es fundamental alcanzar una escala adecuada. En sus palabras, «si queremos invertir en tecnología y generar un cambio productivo, necesitamos consolidar un mercado de telecomunicaciones fragmentado».
La necesidad de un mercado unificado
Christel Heydemann, CEO de Orange, también destacó que, aunque la actividad de fusiones en Europa está comenzando a cobrar impulso, aún queda mucho por hacer para garantizar la competitividad del continente en el escenario mundial. En este sentido, la presión sobre los líderes políticos europeos se intensifica para facilitar un entorno más propicio para la consolidación.
Tim Höttges, CEO de Deutsche Telekom, argumentó que otros mercados, como el de Estados Unidos e India, han logrado condensarse en un número reducido de jugadores, lo que les permite operar con mayor eficiencia. En su opinión, «no hay razón para que cada mercado funcione con tres o cuatro operadores», sugiriendo que la creación de un mercado único europeo podría ser beneficiosa para todos los actores involucrados.
Los ejecutivos de telecomunicaciones han manifestado su deseo de acelerar su transformación digital, un proceso que se ha visto obstaculizado por el crecimiento lento de los ingresos y la dificultad para monetizar sus redes de manera efectiva, a diferencia de los gigantes tecnológicos que han sabido aprovechar las aplicaciones móviles y las herramientas de inteligencia artificial generativa.
El aumento de la inversión en tecnologías emergentes, como la inteligencia artificial, se ha convertido en una prioridad para las operadoras, que buscan mejorar la calidad de sus redes y ofrecer un mejor servicio a sus clientes. Sin embargo, muchos líderes del sector consideran que podrían acelerar su transformación si se les permitiera fusionarse con otros grandes actores multinacionales.
El año pasado, la Comisión Europea presentó un documento titulado «Competitiveness Compass», que aboga por revisar las directrices sobre fusiones para que se tengan en cuenta factores como la innovación y la inversión en sectores estratégicos, reflejando así la necesidad de un enfoque más moderno y flexible en la regulación del sector.
La llamada a una mayor consolidación no es algo nuevo para los analistas de la industria de telecomunicaciones, pero la energía renovada entre los miembros del sector para transformar sus operaciones podría ser el catalizador necesario para permitir fusiones transfronterizas y adquisiciones en el futuro cercano.