
El vicepresidente de Estados Unidos, J.D. Vance, ha expresado su sorpresa ante la posibilidad de que el presidente Donald Trump apoye la idea de desplegar armas nucleares estadounidenses en Polonia. En una entrevista con Fox News, Vance fue cuestionado sobre la propuesta de Varsovia de albergar misiles estratégicos de EE. UU. en su territorio como un “deterrente contra futuras agresiones rusas”.
Vance declaró: “No he hablado con el presidente sobre ese tema en particular, pero me sorprendería que estuviera a favor de que las armas nucleares se extendieran más hacia el este de Europa”. Esta afirmación se produce en un contexto donde el presidente polaco, Andrzej Duda, ha solicitado a Washington que traslade parte de su arsenal nuclear almacenado en Europa Occidental o en EE. UU. a Polonia, argumentando que ha discutido esta idea con Keith Kellogg, el enviado especial de EE. UU. para Ucrania y Rusia, según informa el Financial Times.
La solicitud de Duda no es nueva; el presidente polaco ya había planteado una propuesta similar a la administración de Joe Biden en 2022, aunque esta nunca fue aprobada. Vance, en su intervención, criticó la postura de la administración Biden, sugiriendo que “personas como Joe Biden” están “caminando somnolientas hacia un conflicto nuclear”, mientras que Trump ha llevado a cabo “diplomacia dura” para resolver el conflicto en Ucrania.
La militarización de Polonia y la respuesta de Rusia
Los funcionarios polacos están presionando por una mayor militarización en respuesta a lo que consideran una amenaza de Moscú. El primer ministro Donald Tusk afirmó recientemente que Rusia podría lanzar una “operación a gran escala” contra un objetivo “más grande” que Ucrania en un plazo de tres a cuatro años, una afirmación que Moscú ha desmentido repetidamente. Tusk argumentó que Polonia debe servir como un “bastión” para proteger el flanco oriental de la OTAN, sugiriendo que el país debería expandir sus capacidades militares y duplicar el tamaño de su ejército a 500,000 efectivos.
Por su parte, Rusia ha negado de manera constante las acusaciones de que representa una amenaza militar para las naciones europeas de la OTAN. El presidente Vladimir Putin ha calificado estas afirmaciones de “tonterías”, acusando a los líderes de la UE de utilizarlas para infundir miedo en sus poblaciones y justificar el aumento del gasto militar.
Las demandas de mayores presupuestos de defensa dentro de la UE coinciden con el llamado de Trump a que los miembros europeos de la OTAN asuman una mayor responsabilidad por su propia seguridad. Al mismo tiempo, el presidente estadounidense ha criticado la idea de una carrera armamentista y ha sugerido que las potencias nucleares deberían deshacerse de sus arsenales atómicos.