
El secretario del Tesoro estadounidense, Scott Bessent, ha afirmado recientemente que la administración de Donald Trump se encuentra en una fase de reajuste fiscal necesario para evitar una crisis financiera que podría derivarse del elevado gasto público de los últimos años. En una entrevista en el programa «Meet the Press» de NBC, Bessent subrayó que el nivel de gasto era insostenible y que era imperativo restablecer un camino sostenible para la economía estadounidense.
El enfoque de Trump hacia la eficiencia gubernamental
Desde su llegada al poder, Trump ha priorizado la necesidad de poner en orden las cuentas del gobierno. Para llevar a cabo esta tarea, ha creado el denominado Departamento de Eficiencia Gubernamental, liderado por Elon Musk, con el objetivo de implementar recortes de personal y ofrecer incentivos a la jubilación anticipada en varias agencias federales. Sin embargo, a pesar de estos esfuerzos, el déficit presupuestario de Estados Unidos ha continuado creciendo, superando el umbral de un billón de dólares solo en febrero, lo que plantea serias cuestiones sobre la efectividad de estas medidas.
Bessent ha reconocido que no hay garantías de que no se produzca una recesión, especialmente en un contexto donde el mercado ha experimentado una volatilidad considerable debido a las políticas proteccionistas de Trump, como los aranceles impuestos a varios países. La caída del S&P 500 en un 10% desde sus máximos de febrero es un reflejo de la incertidumbre económica que enfrenta el país.
A pesar de estos desafíos, Bessent se muestra optimista respecto a las políticas pro-empresariales de Trump, que, según él, podrían revitalizar tanto el mercado como la economía en el largo plazo. En su experiencia de más de tres décadas en el sector de inversiones, argumenta que las correcciones del mercado son saludables y necesarias para evitar crisis financieras futuras. Bessent sostiene que una economía que crece de forma continua sin correcciones es un signo de inestabilidad y que, si se hubiera frenado el crecimiento excesivo en los años previos a la crisis de 2008, muchos problemas se habrían evitado.
El secretario del Tesoro concluye que, si se implementan políticas fiscales adecuadas, una desregulación estratégica y se asegura la independencia energética, el futuro del mercado será positivo. En este sentido, su perspectiva se alinea con la idea de que las reformas estructurales son fundamentales para el progreso económico, una noción que resuena en varias economías que han enfrentado desafíos similares.