
La Unión Europea se encuentra en una encrucijada tras la reciente decisión del expresidente estadounidense Donald Trump de recortar el presupuesto de Radio Free Europe/Radio Liberty (RFE/RL), un medio financiado por el Estado que ha sido un pilar en la difusión de información en Europa del Este y otras regiones. La alta representante de la UE para Asuntos Exteriores, Kaja Kallas, ha declarado que el bloque discutirá posibles formas de apoyar a esta organización, que ha sido fundamental en la promoción de valores democráticos y la libertad de prensa.
RFE/RL fue creada durante la Guerra Fría con el objetivo de contrarrestar la propaganda soviética y ha estado bajo el auspicio de la CIA en sus inicios. A lo largo de los años, ha continuado recibiendo financiación del Congreso de EE. UU. Sin embargo, los recortes anunciados por Trump han puesto en peligro su operatividad, lo que ha generado preocupación entre los líderes europeos. Kallas ha expresado su tristeza ante la retirada de fondos y ha planteado la posibilidad de que la UE intervenga para llenar el vacío dejado por Estados Unidos.
Reacciones de la UE y los Estados miembros
La respuesta de la comunidad europea ha sido unánime en su condena a la decisión de Trump. Ministros de Asuntos Exteriores de varios países, como el checo Jan Lipavsky y el polaco Radoslaw Sikorski, han manifestado su intención de buscar soluciones para mantener al menos parcialmente las emisiones de RFE/RL. Sikorski ha indicado que la UE está «brainstorming» para encontrar maneras de ayudar a la organización, lo que refleja una preocupación compartida por la salud de los medios de comunicación independientes en el contexto actual.
El 14 de marzo, Trump firmó una orden ejecutiva que impone recortes de financiación y personal en la Agencia de Medios Globales de Estados Unidos, que supervisa RFE/RL y otros medios estatales como Voice of America. Según la Casa Blanca, esta medida forma parte de una campaña más amplia para eliminar lo que consideran «burocracia innecesaria». Sin embargo, esta decisión ha sido interpretada por muchos como un ataque a la libertad de prensa, especialmente en un momento en que la desinformación y la propaganda son más prevalentes que nunca.
Stephen Capus, presidente y director ejecutivo de RFE/RL, ha calificado estos recortes como «un regalo masivo a los enemigos de América», subrayando la importancia de la labor que realiza la organización en la lucha por la verdad y la transparencia. En contraste, el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, ha descalificado a RFE/RL y Voice of America como «medios puramente propagandísticos», sugiriendo que los recortes son un asunto interno de Estados Unidos.
La situación actual plantea interrogantes sobre el futuro de la libertad de prensa y el papel de los medios financiados por el Estado en la promoción de la democracia y la verdad en un mundo cada vez más polarizado. La respuesta de la UE podría ser un indicativo de su compromiso con estos valores fundamentales en un momento crítico.