
Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) han reanudado este martes los ataques en la Franja de Gaza, rompiendo así la tregua que se había establecido con el grupo islamista Hamás desde el 19 de enero. Según datos proporcionados por el Gobierno gazatí y citados por la agencia Sanad, en las primeras horas de la ofensiva han fallecido al menos 244 personas.
La Oficina del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, ha emitido un comunicado en el que se ordena tomar «medidas enérgicas contra la organización terrorista Hamás» debido a la negativa de este grupo a liberar a los rehenes que aún mantiene en su poder.
Los ataques, que incluyen bombardeos desde aviones y disparos desde helicópteros y vehículos, han tenido lugar en diversas localidades del enclave, incluyendo la ciudad de Gaza, así como en el sur, en áreas como Jan Yunis y Rafah, y en el centro, en Maghazi. Además, se ha reportado fuego de tanques en Jan Yunis.
Las víctimas de estos ataques están siendo trasladadas a hospitales como Al Shifa, Nasser y el Hospital Europeo, donde se han documentado casos de niños y bebés entre los fallecidos. Este hecho ha generado una profunda preocupación entre las organizaciones humanitarias y la comunidad internacional.
En un comunicado emitido poco después de la medianoche, Netanyahu y el ministro de Defensa, Yisrael Katz, indicaron que las FDI deben actuar con fuerza contra Hamás. Un cuarto de hora más tarde, el Ejército israelí confirmó que estaba llevando a cabo «amplios ataques contra objetivos terroristas» en la Franja de Gaza, lo que marca la ruptura del alto el fuego tras casi dos meses de tregua.
Reacciones internacionales y consultas previas
La Casa Blanca ha confirmado que Israel consultó a Estados Unidos antes de reanudar los ataques en Gaza. La portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, declaró en una entrevista que la Administración Trump fue informada sobre las acciones militares israelíes en la noche del ataque.
Este nuevo capítulo en el conflicto entre Israel y Hamás se produce en un contexto de creciente tensión y violencia en la región, lo que plantea serias interrogantes sobre el futuro de la paz y la estabilidad en Gaza y sus alrededores.