
El conflicto entre Israel y Gaza ha vuelto a intensificarse tras el reciente anuncio del primer ministro israelí, Binyamín Netanyahu, de reanudar las operaciones militares en la Franja de Gaza. Esta decisión se produce a tan solo dos meses de la implementación de un alto el fuego, que había traído un respiro temporal a la región. A primeras horas de la mañana, el Ejército israelí lanzó un ataque masivo que ha resultado en la muerte de al menos 342 palestinos, muchos de ellos niños, según el ministerio de Salud de Gaza.
Netanyahu, junto con el ministro de Defensa, Israel Katz, justificó la reanudación de los ataques alegando la negativa de Hamás a liberar a los rehenes israelíes y su rechazo a las propuestas de mediación del enviado presidencial de Estados Unidos, Steve Witkoff. En un comunicado emitido a las tres de la mañana, el gobierno israelí afirmó que las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) actuarían con «cada vez más fuerza militar» contra Hamás, con el objetivo de lograr la liberación de todos los rehenes, vivos y muertos.
Impacto del conflicto en la población civil
Los ataques han afectado a diversas localidades de Gaza, incluyendo Jan Yunis, donde se han reportado 77 muertes, así como en la ciudad de Gaza y en el norte del territorio. La ofensiva también ha alcanzado áreas densamente pobladas, como barrios residenciales y escuelas improvisadas, donde muchas personas se habían refugiado. La Yihad Islámica Palestina ha denunciado que Israel está «saboteando deliberadamente» los esfuerzos para alcanzar un alto el fuego.
En medio de esta escalada, el corresponsal de Al Jazeera, Tareq Abu Azum, ha señalado que los ataques se concentran en zonas donde la población civil busca protección, lo que aumenta el sufrimiento de una población ya devastada por años de conflicto. La situación se complica aún más con la prohibición israelí de permitir la entrada de prensa extranjera en la Franja, lo que dificulta la cobertura de los acontecimientos en el terreno.
Las negociaciones para una segunda fase del acuerdo de alto el fuego, que incluiría la liberación de casi 60 cautivos restantes, se han estancado. Israel ha insistido en extender la primera fase del acuerdo hasta mediados de abril, lo que ha llevado a Hamás a considerar que el alto el fuego ha llegado a su fin. En un comunicado, el grupo palestino instó a la población de los países árabes e islámicos a manifestarse en contra de la agresión israelí.
Durante la primera etapa del alto el fuego, Hamás liberó a unas tres docenas de cautivos a cambio de casi 2.000 prisioneros palestinos. Sin embargo, Israel ha mantenido su negativa a negociar condiciones para una retirada de sus tropas de la Franja. El ministro de Defensa, Katz, ha amenazado con abrir las «puertas del infierno» en Gaza si no se liberan a los rehenes restantes, lo que ha llevado a muchos analistas a concluir que el objetivo de Netanyahu es reanudar los combates en una guerra a gran escala.
El nuevo jefe del Estado Mayor del Ejército, Eyal Zamir, ha declarado que el año 2025 será un año de guerra, con numerosos objetivos militares aún por cumplir en Gaza. La situación en la región se presenta cada vez más incierta, y las voces de los civiles, como la del farmacéutico y escritor gazatí Omar Hamad, resuenan con desesperación. «Quizás esta vez no sobrevivamos», escribió Hamad, reflejando el dolor y la angustia de una población que anhela la paz pero se enfrenta a la brutalidad del conflicto.