
El aeropuerto de Heathrow, uno de los más transitados de Europa, se vio obligado a cerrar el pasado viernes debido a un devastador incendio en una subestación eléctrica cercana, lo que provocó un caos considerable en los planes de viaje de decenas de miles de pasajeros. La interrupción, que afectó a más de 800 vuelos, dejó a numerosos viajeros varados, obligando a las aerolíneas a cancelar o desviar las rutas programadas.
La situación se complicó aún más cuando las autoridades locales, incluida la Policía Metropolitana de Londres, anunciaron que la división de contraterrorismo estaría al frente de la investigación del incendio, a pesar de no haber indicios de que se tratara de un acto delictivo. Este enfoque destaca la creciente preocupación sobre la seguridad de las infraestructuras críticas en el Reino Unido.
Impacto de la interrupción
Según datos de FlightAware, se estima que alrededor de 145,000 pasajeros se vieron afectados por la clausura del aeropuerto. La aerolínea British Airways, que ya se había visto gravemente perjudicada, ofreció opciones de reprogramación flexibles a los viajeros, a pesar de que, como muchas otras aerolíneas, no estaba obligada a cubrir compensaciones debido a que el incidente estaba fuera de su control.
El incendio, calificado de «catastrófico» por el ministro de energía del Reino Unido, Ed Miliband, ha despertado críticas hacia la gestión y planificación de la infraestructura del aeropuerto. Miliband expresó la necesidad de investigar las causas del incidente y de mejorar la resiliencia de las instalaciones para evitar futuros contratiempos. La dependencia excesiva de un único suministro de energía, tal como lo señaló Willie Walsh, director ejecutivo de la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA), ha sido objeto de debate, ya que se considera una falla total en la planificación.
La situación ha resaltado la vulnerabilidad de Heathrow, que maneja aproximadamente 1,300 despegues y aterrizajes diarios y que en el último año recibió a 83.9 millones de pasajeros. La necesidad de un enfoque más robusto en la protección de las infraestructuras críticas se vuelve cada vez más urgente, no solo en Heathrow, sino en todo el país. La gestión de crisis en este tipo de instalaciones es un desafío que requiere atención y recursos adecuados.
Mientras las autoridades trabajan para restablecer la normalidad, los viajeros pueden mantenerse informados a través de los canales oficiales del aeropuerto y las aerolíneas. Este incidente, que ha dejado a miles de pasajeros sin opciones, no solo pone de relieve los desafíos operativos que enfrentan los aeropuertos, sino también la necesidad de una revisión más amplia sobre cómo se gestionan y protegen las infraestructuras en el Reino Unido.