
Las autoridades de Corea del Sur continúan luchando contra los devastadores incendios forestales que han asolado el sudeste del país durante casi una semana. Hasta el momento, se han reportado al menos 26 muertes como resultado de estos siniestros, que han afectado principalmente a las provincias de Gyeongsang del Norte y del Sur.
La Sede Central de Contramedidas de Seguridad y Desastres ha informado que, además de las víctimas mortales, ocho personas han sufrido heridas graves y otras 22 han resultado con lesiones leves. Entre las víctimas se encuentra un piloto que perdió la vida el miércoles tras el accidente de su helicóptero mientras participaba en las labores de extinción en el condado de Uiseong, en la provincia de Gyeongbuk.
De las 26 muertes registradas, 22 se han producido en Gyeongsang del Norte. Los incendios han obligado a evacuar a 37.185 residentes, de los cuales 29.911 se encontraban en los condados de Uiseong y Andong, situados a aproximadamente 190 kilómetros al sureste de Seúl. Hasta el momento, 20.485 personas han podido regresar a sus hogares, mientras que 16.700 permanecen en refugios temporales.
Impacto y extensión de los incendios
Los incendios se han originado en 10 focos de tamaño mediano y grande, arrasando unas 36.009 hectáreas de bosques. Las autoridades han señalado que el fuego se ha acercado a unos 5 kilómetros del famoso pueblo de Hahoe, un sitio declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 2010.
La Aldea Folclórica Hahoe, que forma parte de la herencia cultural de la Dinastía Joseon, es conocida por su arquitectura tradicional y su rica historia, que incluye una valiosa colección de libros y una antigua tradición de aldeas basadas en clanes. La amenaza que representan estos incendios no solo pone en riesgo la vida de los residentes, sino también la preservación de este importante patrimonio cultural.