
La hija del reconocido director David Lynch, Jennifer, ha revelado la lápida de su padre en el cementerio de Hollywood Forever, un lugar emblemático en Los Ángeles. A través de una publicación en redes sociales, compartió una imagen de la piedra negra que lleva inscrita una epigrafía que refleja el estilo único de Lynch: “Night Blooming Jasmine” (Jazmín nocturno).
Esta inscripción hace referencia a una fragancia que Lynch asociaba con la ciudad de Los Ángeles y su nostalgia por una época dorada de Hollywood. La elección de este epitafio es significativa, ya que el cementerio de Hollywood Forever, situado en la bulliciosa Santa Monica Boulevard, alberga los restos de numerosas leyendas del cine, como Cecil B. DeMille, Jayne Mansfield y Judy Garland.
En una de sus habituales “Weather Reports” en YouTube, publicada el 21 de diciembre de 2020, Lynch mencionó: “Ahora, los días comenzarán a hacerse más largos, y la primavera está a la vuelta de la esquina. Cuando, al menos en Los Ángeles, ese jazmín nocturno volverá a llenar el aire con su sublime fragancia”. Esta cita destaca la conexión profunda que el director tenía con su entorno y sus recuerdos asociados a la ciudad.
En una entrevista concedida en 2016 a AnOther Magazine, Lynch describió su experiencia al volar hacia Los Ángeles por la noche, con la ciudad iluminada por millones de luces, un espectáculo que evocaba la memoria de la era dorada de Hollywood. “En una noche de verano, tal vez más como una noche de primavera, podrías conducir a ciertos lugares y, si olfateas ese jazmín nocturno, casi puedes ver a Clark Gable o Gloria Swanson. La edad dorada de Hollywood sigue viva en algunos estados de ánimo aquí, en el ADN de la ciudad”, afirmó el cineasta.
David Lynch, conocido por su obra en películas como Blue Velvet y Mulholland Drive, así como por la innovadora serie de televisión Twin Peaks, falleció en enero a la edad de 78 años. Su familia anunció su muerte en una publicación de Facebook, expresando que “hay un gran vacío en el mundo ahora que él ya no está con nosotros. Pero, como él solía decir, ‘mantén tu ojo en la dona y no en el agujero’”.