
Desde hace tiempo, los científicos han debatido sobre la existencia de galaxias sin un halo exterior de materia oscura. Sin embargo, una nueva investigación plantea una cuestión inversa: la posibilidad de que algunos halos de materia oscura existan sin galaxias en su centro, como si fueran huevos de Pascua vacíos que recorren el cosmos. Este enfoque innovador ha sido explorado por Ethan Nadler, un astrofísico computacional de la Universidad de California en San Diego, quien investiga la existencia de estos halos «oscuros».
Tradicionalmente, se pensaba que las galaxias se formaban a partir de gas y polvo que se acumulaban en pozos creados por la influencia gravitacional de los cúmulos de materia oscura. A medida que la masa se reúne en estos pozos, se forman estrellas, lo que a su vez «hace crecer» la galaxia. Sin embargo, Nadler ha calculado una nueva masa crítica por debajo de la cual un halo de materia oscura no podría formar estrellas. Anteriormente se creía que este límite estaba entre 100 millones y 1.000 millones de masas solares, lo que sugería que los halos oscuros eran poco comunes. Sin embargo, sus hallazgos indican que podrían ser más comunes de lo que se pensaba, ya que los modelos cosmológicos favorecen versiones menos masivas de estos objetos.
Implicaciones de la materia oscura
La materia oscura se estima que supera a la materia ordinaria en el universo en un factor de cinco. Esto significa que todo lo que podemos observar, desde estrellas y planetas hasta elementos cotidianos como árboles y coches, representa solo el 15% de la materia total del universo. Aunque la materia oscura es omnipresente, su naturaleza la hace prácticamente invisible, ya que no interactúa con la luz de una manera detectable. Sin embargo, su presencia puede inferirse a través de su influencia gravitacional sobre la materia visible. Los halos de materia oscura, aunque no alberguen galaxias, podrían seguir ejerciendo una influencia gravitacional en su entorno, lo que permite a los científicos explorar su existencia a través de fenómenos como el lente gravitacional.
La búsqueda de estos halos de materia oscura sin galaxias es un desafío, dado que se deben inferir a partir de efectos gravitacionales en la materia visible. Nadler sugiere que los datos de lentes gravitacionales, como los que proporcionará el telescopio espacial James Webb, podrían ser clave para detectar estos objetos. La confirmación de la existencia de estos halos podría tener implicaciones significativas para la comprensión de la materia oscura y su papel en la formación y estructura del universo, así como para la validación de modelos cosmológicos actuales.