
El césped artificial tiene muchos usos que van más allá de la creación de campos de fútbol o de hacer pistas para cualquier otro deporte. Si entramos en todocespedartificial veremos que hay muchos tipos de césped, de manera que ahora incluso se usa a la hora de crear espacios interiores muy agradables y cómodos.
Zonas de juego
Uno de los usos más comunes para los interiores es el de la creación de zonas de juegos destinadas a los niños. Con unos pocos metros de hierba artificial, los más pequeños tendrán un lugar cómodo y muy alegre para jugar por el suelo, como a ellos les gusta.
Se genera así una zona suave en la que se pueden arrastrar, saltar, etc., de manera muy segura y sin romperse ni mancharse la ropa, que es lo que ocurre cuando los niños se ponen a jugar directamente en el suelo.
Para que los infantes jueguen no hace falta un césped demasiado caro. De hecho, se recomienda uno con poca altura y ligero, ya que así se puede enrollar a modo de alfombra y guardarlo cuando los pequeños se cansen.
Oficinas más agradables
Desde hace unos años hay una tendencia que va por la vía de que las oficinas sean espacios de trabajo agradables, con luz y una buena decoración.
Aquí, el césped artificial tiene mucho que decir, puesto que se puede instalar dentro de la oficina para generar un lugar que evoque tranquilidad y naturaleza, más si se combina con algunas plantas.
La idea es que el césped decore, pero si se opta por uno con una buena altura, los trabajadores lo podrán pisar en un momento dado o incluso sentarse tanto para descansar como para llevar a cabo una reunión informal sobre él.
Sirve para crear zonas de relajación
Lo usual es que nuestro día a día sea estresante. Por eso, cuando llegamos a casa, queremos relajarnos, olvidarnos del trabajo, de los problemas, etc.
Esto se puede conseguir de muchas maneras, pero una de ellas es creando un espacio de relajación o zen. Aquí, el césped artificial puede ayudar mucho, ya que con él se simula que estamos en la naturaleza.
Con el fin de que la hierba parezca natural es mejor invertir un poco más de dinero y comprar césped artificial de calidad, de una buena altura y tupido. El gasto no será excesivo, puesto que lo normal es que la zona zen no sea muy grande.
Siempre es posible aprovechar la terraza, ya que aquí tenemos luz exterior y aire limpio. Aunque sea pequeña, se convertirá en un excelente lugar en el que leer, sentarnos en el suelo, hacer yoga, etc.
Salones naturales y atrevidos
Las tendencias de decoración van cambiando y eso ha hecho que el césped artificial entre en los salones, a modo de alfombra que se puede pisar sin problema y que es fácil de mantener.
Existen muchas combinaciones posibles, pero una de las que mejor queda es la de la hierba artificial con los muebles minimalistas que están tan de moda desde hace unos años. Eso consigue que se cree un punto focal que aporta calidez y una textura nueva que los visitantes no se esperan.