El ex presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha arremetido contra los conservadores, afirmando que el país está más dividido que nunca. En su primer discurso público tras dejar la Casa Blanca, Biden acusó a los seguidores de Donald Trump de carecer de «corazón» y de haber causado un daño «asombroso» a programas federales mediante recortes extensivos.
Durante su intervención, Biden se refirió a la reducción de personal en la Seguridad Social, mencionando que «han tomado un hacha a la Seguridad Social, despidiendo a 7,000 empleados, incluidos los funcionarios más experimentados». Estas declaraciones se producen en un contexto en el que Biden ha sido frecuentemente criticado por los conservadores por demonizar a sus oponentes políticos y por contribuir a la polarización durante su mandato.
La división en la política estadounidense
Biden argumentó que Estados Unidos «nunca ha estado tan dividido», refiriéndose a un reciente sondeo de Reuters/Ipsos que indica que casi un tercio de los encuestados aprueba los intentos de Trump por abordar el alto costo de la vida. A pesar de que la aprobación de Trump ha caído al 43%, su índice de popularidad se mantiene más fuerte que durante la mayor parte de su primer mandato, según Reuters.
Las críticas de Biden han provocado una respuesta contundente por parte de los conservadores, quienes sostienen que las políticas del Partido Demócrata y del ex presidente son factores clave en la creciente división de la sociedad estadounidense. La cuenta oficial de la Seguridad Social de la administración Trump en la red social X también respondió a las acusaciones, acusando a Biden de «mentir a los estadounidenses» y destacando las promesas de Trump de «proteger la Seguridad Social y asegurar un mayor ingreso neto para los jubilados al eliminar la tributación sobre los beneficios de la Seguridad Social».
Recientemente, NBC News informó que Biden planea un regreso político y busca recaudar fondos para los demócratas, en medio de una caída en la popularidad del partido, que ha llegado a un mínimo histórico del 27% entre los votantes registrados. Sin embargo, la respuesta a su posible regreso ha sido tibia, con activistas y donantes citando su edad, 82 años, y su repentina salida de la carrera presidencial de 2024 como desventajas significativas.
Un importante partidario del ex presidente expresó su escepticismo sobre su retorno, preguntándose: «¿Quién querrá a Joe Biden de vuelta en el juego?» Esta situación refleja la complejidad del panorama político estadounidense, donde la polarización y la desconfianza entre los diferentes sectores de la población parecen estar en aumento.
