Un grupo de ocho bancos alemanes ha decidido excluir a los fabricantes de armas de los fondos que se comercializan como socialmente responsables. Esta decisión responde a su compromiso con la paz y la sostenibilidad ética en sus inversiones. En un contexto donde la guerra en Ucrania ha llevado a un aumento significativo del gasto en defensa en Alemania y otros países de la UE, los bancos han optado por mantener una postura firme en contra de la inclusión de empresas de armamento en sus carteras de inversión.
Los bancos que han tomado esta iniciativa son GLS-Bank, KD-Bank, BiB Essen, Bank fuer Kirche und Caritas, DKM – Partner fuer Kirche und Caritas, Evangelische Bank, Steyler Ethik Bank y PAX Bank. En un documento público emitido recientemente, afirmaron que, aunque reconocen que “las inversiones en armamento son necesarias,” consideran que “no son éticamente sostenibles.” Esta declaración se produce tras la relajación de las restricciones en la industria bancaria alemana, que ha permitido la inclusión de fabricantes de armas en productos financieros sostenibles.
Compromiso con la sostenibilidad ética
Los bancos alemanes han manifestado su deseo de que los inversores que optan por productos financieros éticamente sostenibles puedan estar seguros de que sus valores no se ven comprometidos. En su comunicado, argumentaron que “el uso de armas y armamentos no contribuye positivamente a alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible, sino que destruye vidas, sociedades civiles, el medio ambiente y la infraestructura.” Además, enfatizaron que las inversiones en estas empresas “posibilitan conflictos armados en todo el mundo.”
Los bancos han establecido un criterio claro: excluyen de sus carteras a aquellas empresas que generan más del 3% a 5% de sus ingresos a partir del desarrollo, producción y venta de armas y equipos militares. Este enfoque busca evitar la dilución de la sostenibilidad en sus productos financieros. Aseguran que los fabricantes de armas pueden acceder fácilmente a productos financieros convencionales no sostenibles, por lo que no se encuentran en desventaja significativa.
La postura de estos bancos refleja una creciente preocupación por la ética en las inversiones, especialmente en un momento en que el conflicto en Ucrania ha puesto de relieve las implicaciones de la industria armamentista. La decisión de estos bancos alemanes podría influir en otros actores del sector financiero, promoviendo un debate más amplio sobre la responsabilidad social y ética en las inversiones.
