China se queda atrás en su ambicioso plan ‘Made in China 2025’ y agudiza tensiones comerciales

In Economía
abril 18, 2025

BEIJING — China ha enfrentado desafíos significativos en su ambicioso plan de diez años para alcanzar la autosuficiencia tecnológica, según un informe publicado esta semana por la Cámara Europea de Comercio en China. A pesar de que el país ha logrado superar sus objetivos en el sector automotriz, no ha alcanzado las metas establecidas en áreas clave como la aeronáutica, los robots de alta gama y el crecimiento del valor añadido de la manufactura.

Desarrollo tecnológico y desafíos económicos

Desde la presentación del plan «Hecho en China 2025» en 2015, que buscaba convertir a China en una potencia manufacturera global, ha habido una notable presión internacional, especialmente desde Estados Unidos, que ha visto esto como una competencia desleal. Sin embargo, la respuesta de China ha sido reafirmar su compromiso con el desarrollo tecnológico interno, en gran parte como reacción a las restricciones impuestas por EE.UU. en años recientes.

A pesar de no haber cumplido con todas sus metas, la Cámara Europea de Comercio destacó que China ahora representa el 29% del valor añadido global de la manufactura, una cifra comparable a la de EE.UU. y Europa juntos. Esta transformación no solo ha sido posible gracias a una estrategia clara, sino que también refleja la capacidad del país para adaptarse y avanzar en un contexto de competencia global cada vez más intensa.

El informe señala que, aunque los niveles de automatización industrial han aumentado, gran parte de esta mejora se debe a la tecnología extranjera, lo que plantea interrogantes sobre la verdadera independencia tecnológica de China. Sin embargo, la reacción de empresas como Huawei, que ha desarrollado un smartphone con un chip avanzado, muestra que el país está realizando avances significativos en la creación de tecnología propia, incluso en un entorno adverso creado por las sanciones occidentales.

El presidente de la Cámara, Jens Eskelund, sugirió que el hecho de que China no haya cumplido con sus objetivos podría ser considerado una suerte para sus competidores globales. A pesar de ello, el crecimiento de empresas chinas como Huawei, que ha reportado un aumento del 22% en sus ingresos, es testimonio de la resiliencia y la capacidad de innovación que caracteriza al sector tecnológico chino.

El auge de la manufactura en China también ha traído consigo problemas internos, como una intensa competencia que ha llevado a una guerra de precios en la industria automotriz. Este fenómeno, conocido como «neijuan» o «involución», ha generado preocupaciones sobre la sostenibilidad a largo plazo de este crecimiento. Las políticas del gobierno, dirigidas a estimular el consumo interno, buscan equilibrar la producción manufacturera con la capacidad del mercado doméstico para absorberla.

En un contexto de desaceleración económica, es evidente que las autoridades chinas están revisando sus prioridades. La reciente declaración del Primer Ministro Li Qiang, que enfatiza la necesidad de detener la involución y mejorar la eficiencia industrial, refleja un cambio hacia un enfoque más equilibrado entre producción y consumo.

Las tensiones comerciales y las restricciones tecnológicas impuestas por EE.UU. han llevado a China a redoblar esfuerzos en investigación y desarrollo, con un gasto en este ámbito que supera el 20% de los ingresos de empresas líderes. Este compromiso con la innovación sugiere que, a pesar de los desafíos, China sigue adelante en su camino hacia la autosuficiencia, buscando no solo competir, sino también liderar en el panorama tecnológico global.

/ Published posts: 13340

Diario obrero y republicano fundado el 14 de Abril de 2006.