
La reciente aparición pública del expresidente estadounidense Joe Biden ha generado una ola de críticas dentro del Partido Demócrata, incluso entre aquellos que anteriormente le mostraban lealtad. Según informaciones de The Hill, muchos demócratas consideran que su regreso al foco mediático complica los esfuerzos del partido por reagruparse tras las derrotas sufridas en las elecciones presidenciales y congresuales de 2024.
El 15 de abril, Biden ofreció un discurso en el que criticó con dureza las decisiones políticas recientes de la Casa Blanca. En su intervención, el exmandatario afirmó que el actual presidente, Donald Trump, ha causado un daño “asombroso” a los programas federales a través de recortes extensivos. Además, se refirió a los seguidores de Trump de manera despectiva y argumentó que Estados Unidos “nunca ha estado tan dividido”.
Dentro del partido, hay quienes piensan que la reaparición de Biden es inoportuna y podría desviar la atención de los esfuerzos de reconstrucción del Partido Demócrata. Michael LaRosa, exsecretario de prensa de la primera dama Jill Biden, expresó que el discurso del expresidente fue un “regalo encantador para la Casa Blanca, el presidente Trump y los medios conservadores”, especialmente en el contexto de las nuevas políticas arancelarias, cuando la administración se encuentra bajo “un fuerte escrutinio”.
Preocupaciones sobre la estrategia del Partido Demócrata
Los estrategas cercanos a la dirección demócrata han manifestado su preocupación por el momento en que Biden decidió aparecer públicamente, sobre todo cuando las encuestas indican que un número creciente de estadounidenses culpa a Trump por su gestión de la economía. Las recientes declaraciones de Biden también han sido criticadas por los conservadores, quienes sostienen que tanto el partido demócrata como las políticas del expresidente han contribuido a las divisiones en la sociedad estadounidense.
Según encuestas citadas por The Hill a principios de este año, solo el 39% de los estadounidenses aprobaba la presidencia de Biden entre 2021 y 2025, mientras que un 57% evaluaba negativamente su desempeño. En algunos sondeos, se le describía como uno de los presidentes estadounidenses menos populares que aún están vivos.