
La falta de vivienda asequible es un problema acuciante en muchas ciudades de Estados Unidos, y California no es la excepción. En Oakland, un proyecto de construcción que prometía aliviar parte de esta crisis se ha visto paralizado debido a la complejidad de las regulaciones ambientales, específicamente bajo la Ley de Calidad Ambiental de California (CEQA). Este caso no solo pone de manifiesto la dificultad de construir nuevas viviendas, sino también las tensiones entre diferentes intereses en el ámbito del desarrollo urbano.
El terreno ubicado al sur de la estación BART de West Oakland ha permanecido vacío durante años, rodeado de vehículos abandonados. Este espacio estaba destinado a albergar un edificio de 222 unidades, con 16 apartamentos reservados para inquilinos de bajos ingresos. Sin embargo, tras la aprobación inicial por parte de la comisión de planificación de Oakland, una coalición de sindicatos de trabajadores apeló la decisión, exigiendo estudios adicionales sobre la contaminación del suelo. Este proceso, que puede prolongar la construcción durante meses, fue utilizado como una herramienta de presión para que el desarrollador, Scott Cooper, aceptara utilizar contratistas sindicales más costosos, a lo que se negó.
El efecto paralizante de la CEQA
Después de diez meses de litigio, Cooper finalmente ganó la apelación, pero durante ese tiempo, el aumento de las tasas de interés hizo que el proyecto resultara financieramente inviable. Cooper expresó su frustración: «Ellos lo mataron. En este momento, el proyecto debería estar completo». Este caso es un ejemplo claro de cómo CEQA, diseñada en 1970 para proteger el medio ambiente, ha sido criticada por convertirse en un mecanismo que obstaculiza el desarrollo de infraestructuras públicas y viviendas esenciales, a pesar de que estos proyectos podrían contribuir a los objetivos ambientales del estado.
Cada año, se presentan alrededor de 200 demandas bajo CEQA en California, la mayoría dirigidas a proyectos de vivienda. Sin embargo, este número no incluye los casos que no llegan a los tribunales, como el del edificio en West Oakland, que también pueden retrasar la construcción debido a estudios prolongados y aprobaciones gubernamentales adicionales.
Para abordar estos desafíos, algunos legisladores han propuesto reformas significativas a CEQA. Entre ellas se destaca una iniciativa de la asambleísta de Oakland, Buffy Wicks, que busca eximir la mayoría de las construcciones de vivienda en barrios existentes de las revisiones ambientales requeridas. Otro proyecto de ley, propuesto por el demócrata Scott Wiener de San Francisco, busca elevar el umbral para aquellos que desean impugnar estas revisiones ambientales. Wicks ha señalado que «el resultado del statu quo es que es demasiado difícil construir algo en California».
Sin embargo, la reforma de CEQA enfrenta resistencia de grupos de interés, incluidos sindicatos y defensores del medio ambiente, quienes argumentan que esta ley ha protegido proyectos que, en última instancia, resultan ser de mejor calidad. Los sindicatos, en particular, han utilizado CEQA como un medio para negociar condiciones laborales más favorables. Por ejemplo, la mayoría de las exenciones aprobadas recientemente han incluido cláusulas que obligan a los desarrolladores a contratar trabajadores sindicalizados o a pagar salarios más altos.
En el caso del proyecto de Cooper, optar por mano de obra sindicalizada habría incrementado los costos de construcción en aproximadamente 10 millones de dólares. Cooper cuestiona: «Si estamos en una crisis de vivienda, ¿no deberíamos querer construir la mayor cantidad de viviendas posible de la manera más económica?»
Los sindicatos, por su parte, defienden que sus intervenciones han mejorado la calidad de los proyectos construidos. Se avecina una confrontación en Sacramento, ya que el proyecto de ley de Wicks no incluye actualmente una provisión de salario prevaleciente, algo que probablemente los sindicatos exigirán en las negociaciones. Su influencia en la legislatura es considerable, habiendo donado más de 24 millones de dólares en las últimas elecciones.
A pesar de la presión que enfrentan, algunos factores podrían debilitar el poder de los sindicatos este año. La llegada de nuevos legisladores y el ascenso de Wicks en la jerarquía legislativa podrían abrir la puerta a cambios significativos. Sin embargo, cualquier reforma que se proponga debe equilibrar los intereses de los sindicatos, los grupos ambientales y la necesidad urgente de más vivienda asequible en California.