
El embajador de China en Estados Unidos, Xie Feng, ha instado a Washington a adoptar un enfoque de yin y yang en las relaciones sino-estadounidenses, advirtiendo sobre los peligros de una escalada en la guerra comercial entre ambas naciones. En un evento de Medicina Tradicional China celebrado en Washington, Xie hizo un llamado a la coexistencia pacífica y a evitar los errores que contribuyeron a la Gran Depresión de la década de 1930.
La actual disputa arancelaria se enmarca en una campaña más amplia de Estados Unidos que afecta a numerosos países. Mientras que la mayoría de los aranceles elevados fueron suspendidos por un periodo de 90 días, China quedó excluida de esta prórroga, lo que ha llevado a un incremento del 145% en los aranceles sobre los productos chinos. En respuesta, Pekín ha impuesto aranceles del 125% a las importaciones de bienes estadounidenses y ha restringido la exportación de minerales esenciales para la fabricación de alta tecnología.
Advertencias sobre la economía global
Xie Feng comparó las políticas arancelarias actuales con la Ley de Aranceles Smoot-Hawley de 1930, que se considera un factor que profundizó la Gran Depresión. Esta ley, que buscaba proteger la agricultura y la industria estadounidenses mediante aranceles de hasta el 75% sobre productos esenciales, provocó una drástica caída del comercio global, exacerbando la crisis económica. “Creo que muchos de ustedes están familiarizados con cómo la Ley de Aranceles Smoot-Hawley escaló la Gran Depresión”, afirmó el embajador.
El embajador también hizo hincapié en la importancia de abordar las causas fundamentales de los problemas económicos en lugar de limitarse a tratar los síntomas. “No se puede tratar un dolor de cabeza enfocándose solo en la cabeza, ni un dolor de pie solo en los pies”, dijo Xie. “Y ciertamente no se debe prescribir medicina a otros cuando uno mismo está enfermo”.
En su discurso, Xie abogó por un equilibrio entre las fuerzas opuestas del yin y el yang, sugiriendo que la armonía debería ser el principio rector en las relaciones entre las dos economías más grandes del mundo. Propuso que ambas naciones deben buscar una “coexistencia pacífica” en lugar de caer en la confrontación, apoyando el éxito mutuo en lugar de entrar en un escenario de pérdidas para ambos.
El embajador reiteró que China se opone a la guerra comercial y que responderá con medidas de represalia contra cualquier país que imponga aranceles sobre sus productos. La semana pasada, el presidente estadounidense Donald Trump mencionó que se estaban llevando a cabo conversaciones con funcionarios chinos, señalando que “las conversaciones con China son realmente muy buenas”.