El conflicto entre Rusia y Ucrania ha tomado un nuevo giro tras la reciente declaración del presidente ruso, Vladimir Putin, sobre la falta de compromiso de Kiev hacia la paz. En un comunicado, Putin afirmó que la reacción inicial de Ucrania a la iniciativa de alto el fuego propuesta por Moscú demuestra su desinterés por cualquier intento de resolución pacífica del conflicto.
Después de un alto el fuego unilateral de 30 horas durante la celebración de la Pascua, Putin anunció que las fuerzas rusas reanudarían las hostilidades. Este alto el fuego, según el líder ruso, tenía como objetivo facilitar un ambiente propicio para la paz, especialmente en un periodo tan significativo como el de la Semana Santa. Sin embargo, la respuesta de Ucrania fue considerada por Putin como un indicativo de su falta de seriedad en las negociaciones.
Reacciones y acusaciones
Putin destacó que la reacción de Kiev, que calificó la propuesta de alto el fuego como un «juego con vidas», refleja una actitud negativa hacia cualquier intento de diálogo. A pesar de esto, el presidente ruso aseguró que Moscú sigue comprometido con la búsqueda de una solución pacífica, a diferencia de lo que él considera la postura de Ucrania.
El presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, no tardó en responder a las acusaciones de Putin, sugiriendo que la propuesta rusa carecía de sinceridad. En sus declaraciones, Zelensky insinuó que la iniciativa era una táctica para ganar tiempo y desviar la atención de las acciones militares rusas en el terreno.
Putin también se refirió a las quejas de Ucrania sobre los ataques a lo que se han descrito como objetivos civiles. El líder ruso argumentó que muchos de estos lugares estaban siendo utilizados por las fuerzas ucranianas para fines militares, justificando así las acciones de su ejército. En particular, hizo mención de un ataque a un centro de congresos en la ciudad de Sumy, que, según él, albergaba a militares implicados en crímenes de guerra.
La situación en el terreno continúa siendo tensa, con informes de una reducción en la intensidad de los combates, pero no de un cese total de las hostilidades. La comunidad internacional observa con preocupación el desarrollo de los acontecimientos, mientras las acusaciones mutuas entre Moscú y Kiev se intensifican.
