
En el norte de California, un conflicto latente se está intensificando entre los ganaderos y los lobos, una especie que, tras haber estado al borde de la extinción, ha comenzado a recuperarse en la región. Joel Torres, un joven ganadero de 25 años, expresa su frustración acerca de los ataques de estas criaturas a su ganado en la Prather Ranch, una granja orgánica en el condado de Siskiyou. Torres describe cómo los lobos han estado atacando a sus terneros, dejando a los animales gravemente heridos y causando pérdidas económicas significativas.
Los métodos de caza de los lobos, que atacan a sus presas desde atrás, han llevado a la muerte a varios de sus animales. Torres se ve obligado a sacrificar a aquellos que quedan con lesiones irreparables, un proceso desgarrador que pone de manifiesto la dura realidad que enfrentan los ganaderos en esta área. Sin embargo, a pesar de su deseo de tomar medidas más drásticas contra los lobos, la legislación estatal protege a estos animales, que figuran en la lista de especies en peligro de extinción.
Un retorno problemático de los lobos
La reintroducción de los lobos en California ha generado una serie de tensiones entre ideales ecológicos y las necesidades económicas de los ganaderos. A pesar de los esfuerzos de las autoridades para dirigir a los lobos hacia sus presas naturales, como ciervos y alces, estos depredadores parecen preferir el ganado, que es más accesible y vulnerable en los pastos bien cuidados de las granjas.
La situación ha alcanzado tal gravedad que condados como Modoc y Sierra han declarado emergencias, mientras que otros, como Siskiyou y Lassen, solicitan al estado que tome medidas para mitigar el impacto económico que los lobos están causando a los rancheros. Aunque los ataques a personas son raros, la preocupación por la seguridad de los niños y las mascotas en las áreas cercanas a los hábitats de los lobos está en aumento, lo que añade un nuevo nivel de complejidad a este conflicto.
En respuesta a las quejas de los ganaderos, el Departamento de Pesca y Vida Silvestre de California ha implementado medidas de «ahuyentamiento», que incluyen disparos al aire y el uso de vehículos para asustar a los lobos. Sin embargo, muchos ganaderos son escépticos sobre la efectividad de estas tácticas. Torres menciona que los métodos de ahuyentamiento anteriores, como cercas eléctricas, no han logrado detener a los lobos, que simplemente saltan sobre ellas.
La falta de opciones efectivas para controlar a los lobos ha llevado a algunos ganaderos a argumentar que deberían poder cazar a aquellos que causan problemas. Mary Rickert, copropietaria de la Prather Ranch, sostiene que permitir a los ganaderos disparar a unos pocos lobos problemáticos podría ser una solución viable para disuadir a los demás de atacar el ganado.
La historia de los lobos en Estados Unidos es compleja. Casi fueron exterminados en el país por rancheros que los consideraban enemigos mortales. Aunque la Ley de Especies en Peligro de Extinción de 1973 ayudó a su recuperación, la realidad actual en California muestra que la coexistencia entre lobos y ganaderos es un desafío significativo. Investigaciones recientes revelan que los lobos en California están adaptándose a un entorno donde el ganado es una fuente de alimento más atractiva que sus presas naturales.
Investigadores de la Universidad de California en Davis encontraron que un alto porcentaje de muestras de heces de lobos contenía ADN de ganado, lo que sugiere que estos depredadores están estableciendo patrones de caza en áreas donde el ganado pastorea. El crecimiento de las manadas de lobos en el estado ha sido notable, y los ganaderos sienten que las medidas de compensación del estado son insuficientes para cubrir las pérdidas que sufren.
El impacto económico del regreso de los lobos es significativo. Cada pérdida de ganado debido a ataques de lobos representa miles de euros en ingresos perdidos. A pesar de un programa piloto que proporciona compensación a los rancheros, muchos consideran que no es suficiente para abordar el daño causado por la mera presencia de los lobos, que genera estrés en los animales y afecta su salud y productividad.
En última instancia, el debate sobre la reintroducción de los lobos en California refleja una realidad más amplia sobre la conservación y la gestión de la vida silvestre. Mientras que muchos celebran la recuperación de esta especie emblemática, quienes viven en contacto directo con estos depredadores enfrentan desafíos que a menudo son ignorados en el discurso público. La reconciliación de estos intereses conflictivos será esencial para encontrar un camino hacia adelante que beneficie tanto a la fauna como a los ganaderos en la región.