Los precios del oro experimentaron un rebote el pasado martes, recuperándose de un mínimo cercano a las cuatro semanas alcanzado en la sesión anterior. Este repunte se produce en un contexto de creciente preocupación por la guerra comercial global entre Estados Unidos y sus principales socios comerciales, lo que ha incrementado el apetito de los inversores por activos considerados refugios seguros.
En este sentido, los futuros del oro alcanzaron un máximo de sesión de 3,509.90 dólares por onza, después de cerrar en un récord de 3,425.30 dólares el lunes. Al cierre de la jornada, el valor del oro se situó en 3,463.20 dólares, lo que representa un aumento del 1.1%. Desde el inicio del año, el oro ha subido aproximadamente un 31% y más del 9% desde que el presidente Trump anunció aranceles amplios el 2 de abril.
El presidente Trump intensificó su campaña de presión pública contra el presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, exigiendo de manera inmediata una reducción de los tipos de interés y atacándolo como un «perdedor importante». Esta situación provocó una caída en los mercados de valores, con el promedio industrial Dow Jones retrocediendo más de 970 puntos.
El oro se ha consolidado como un activo refugio en tiempos de incertidumbre económica. Los bancos centrales de todo el mundo han estado aumentando sus reservas de oro, apoyando así el rally del metal precioso en lo que va de año.
Perspectivas del Mercado del Oro
Analistas liderados por Mark Haefele, director de inversiones en UBS, señalaron en una nota a sus clientes que «el oro ha continuado sirviendo como una cobertura eficaz en medio de la incertidumbre comercial actual». Además, Haefele subrayó que, a pesar de este sólido rendimiento, se vislumbra un potencial de crecimiento adicional para el oro, respaldado por la demanda de inversión, la diversificación continua de los bancos centrales y un contexto macroeconómico volátil.
