
Yahoo se encuentra en una posición estratégica para adquirir el navegador web Chrome, en caso de que un tribunal federal de EE. UU. ordene su venta en el marco de un caso antimonopolio contra Google. Según informa Bloomberg, Brian Provost, gerente general de Yahoo Search, testificó en el juicio contra Google, afirmando que Chrome es “sin duda el jugador estratégico más importante en la web” y que la venta del navegador podría alcanzar precios de decenas de miles de millones de dólares.
Provost mencionó que Yahoo podría perseguir esta adquisición con el apoyo de Apollo Global Management, su empresa matriz. Este testimonio se produce en el contexto de un juicio que se desarrolla en Washington, donde se examina la dominancia de Google en el mercado de búsqueda en internet, un dominio que, según el Departamento de Justicia de EE. UU., está estrechamente relacionado con el navegador Chrome. El juicio comenzó el lunes, tras un fallo de un juez estadounidense que determinó que Google había monopolizado ilegalmente el mercado de búsqueda en internet.
Reacciones y alternativas en el mercado
El abogado de Google, John Schmidtlein, ha desestimado las propuestas del gobierno como “extremas” y “fundamentalmente defectuosas”, argumentando que la compañía ha ganado su posición en el mercado “de manera justa”. Schmidtlein sugirió que la demanda del gobierno de que Google venda Chrome beneficiaría a competidores que no habrían logrado esas ventajas en un mercado donde Google compite.
Además de Yahoo, otros posibles interesados en adquirir Chrome incluyen a OpenAI, desarrollador de ChatGPT, y a Perplexity, un motor de búsqueda basado en inteligencia artificial. Aravind Srinivas, CEO de Perplexity, ha admitido que su empresa busca un navegador web para desarrollar aún más su modelo de IA y obtener datos que le permitan comprender mejor a los usuarios, más allá de lo que se puede obtener en su propia aplicación.
Esta situación pone de relieve la creciente preocupación sobre el monopolio digital y la concentración de poder en manos de unas pocas empresas tecnológicas. La posibilidad de que un tribunal ordene la venta de Chrome podría cambiar significativamente el panorama competitivo en el sector tecnológico, un área que ha sido objeto de un intenso escrutinio por parte de reguladores en todo el mundo.