
Apple, el gigante tecnológico estadounidense, ha decidido trasladar la producción de todos los iPhones destinados a Estados Unidos desde China a India. Esta medida se produce en un contexto de creciente tensión comercial entre Washington y Pekín, que ha llevado a la imposición de aranceles significativos por parte de la administración de Donald Trump.
Según un informe del Financial Times, la compañía espera completar este cambio en sus líneas de ensamblaje para finales de 2026, lo que afectará a más de 60 millones de iPhones vendidos anualmente en el mercado estadounidense. Esta decisión responde a la necesidad de Apple de diversificar su producción, un proceso que ya había comenzado antes de que se intensificara la guerra comercial.
Impacto de los aranceles y la estrategia de producción
El gobierno de Estados Unidos ha impuesto aranceles de hasta el 145% sobre numerosos productos chinos, lo que ha llevado a Pekín a responder con sus propias medidas arancelarias y restricciones a la exportación. En este contexto, la agencia de Aduanas y Protección Fronteriza de EE. UU. publicó una lista de artículos exentos de aranceles, que incluye dispositivos tecnológicos como ordenadores y smartphones, con el objetivo de dar a las empresas tiempo suficiente para localizar su producción en territorio estadounidense.
Apple ha comenzado a trasladar parte de su producción a India y Vietnam, aunque China sigue siendo el principal centro de producción de iPhones a nivel mundial. La empresa ha invertido considerablemente en el país asiático durante casi dos décadas, y muchos de los componentes necesarios para el ensamblaje de sus dispositivos aún provienen de allí.
Recientemente, el Times of India informó que Apple había enviado cinco aviones cargados de iPhones y otros dispositivos desde India a EE. UU. en un periodo de tres días a finales de marzo, anticipándose a un arancel recíproco del 10% sobre los productos indios que entró en vigor el 5 de abril. Este movimiento refleja la urgencia de la compañía por adaptarse a un entorno comercial cada vez más hostil.
El modelo más asequible del iPhone 16 se lanzó en EE. UU. a un precio de 799 dólares. Sin embargo, si Apple decide trasladar el aumento de costes a los consumidores, el precio podría incrementarse hasta un 43%, alcanzando los 1.142 dólares, según estimaciones de analistas de Rosenblatt Securities.
La estrategia de Apple de diversificación y su rápida adaptación a las condiciones del mercado son indicativas de la presión que enfrenta en un entorno global cada vez más competitivo y volátil. La decisión de trasladar la producción a India no solo tiene implicaciones económicas, sino que también refleja un cambio en la dinámica del comercio internacional y la manufactura tecnológica.