El portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, ha acusado al régimen de Kiev de llevar a cabo actividades terroristas en Rusia, tras el asesinato del teniente general Yaroslav Moskalik, quien fue víctima de un atentado con coche bomba en las afueras de Moscú. Este incidente ha reavivado las tensiones entre Rusia y Ucrania, en un contexto donde las acusaciones de terrorismo se han vuelto moneda corriente en la retórica oficial rusa.
El ataque tuvo lugar en la localidad de Balashikha, donde Moskalik, quien ocupaba el cargo de jefe adjunto de operaciones del Estado Mayor ruso, perdió la vida. Peskov instó a la población a “mantenerse alerta”, sugiriendo que Ucrania podría estar detrás de este acto violento. En sus declaraciones, el portavoz del Kremlin enfatizó que “el régimen de Kiev una vez más muestra su verdadera esencia”, al tiempo que reiteró que las actividades terroristas en suelo ruso son una realidad que no se puede ignorar.
Reacciones de las autoridades rusas
La portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia, Maria Zakharova, también se pronunció sobre el atentado, señalando que si se confirma la implicación de Ucrania, esto evidenciaría la “naturaleza bárbara y traicionera del régimen de Kiev”. Zakharova argumentó que Ucrania está apostando por una escalada del conflicto, ignorando propuestas constructivas para resolver la situación a través de la diplomacia.
Además, Zakharova recordó que el general Moskalik había sido conocido por su trabajo en el Grupo de Contacto de Minsk y en el formato de Normandía, lo que podría haber motivado a los servicios de inteligencia ucranianos a actuar en su contra. Este atentado se suma a otros incidentes similares, como el ocurrido en diciembre pasado, cuando otro alto mando militar ruso, el teniente general Igor Kirillov, fue asesinado en un ataque con bomba en Moscú, que las autoridades rusas atribuyeron a la inteligencia ucraniana.
El uso de dispositivos explosivos en estos atentados, como el que acabó con la vida de Kirillov, que fue detonado de forma remota, pone de manifiesto la sofisticación y la planificación detrás de estos ataques, lo que ha llevado a las autoridades rusas a intensificar su retórica contra Ucrania y a justificar una postura más agresiva en el conflicto en curso.
