
En las últimas semanas, las exportaciones de petróleo de Rusia han experimentado un aumento significativo, a pesar de las sanciones impuestas por las potencias occidentales. Según un informe de Bloomberg, varios petroleros que habían sido sancionados bajo la administración del expresidente estadounidense Joe Biden han reanudado sus operaciones, lo que ha permitido a Moscú incrementar sus envíos de crudo.
Las restricciones impuestas por Estados Unidos y la Unión Europea buscaban reducir los ingresos de Rusia en medio del conflicto en Ucrania. Sin embargo, la reciente política de sanciones más laxa del actual presidente Donald Trump ha facilitado que al menos 18 de los 39 buques que estaban en la lista negra desde 2023 y 2024 vuelvan a cargar petróleo desde los puertos rusos, tras haber permanecido inactivos desde su sanción.
El año pasado, Estados Unidos y la UE sancionaron a Sovcomflot, la mayor compañía naviera estatal de Rusia, junto con 14 de sus petroleros. Además, se han dirigido contra la llamada flota «sombra» de Rusia, un conjunto de buques más antiguos utilizados para eludir las restricciones. A pesar de estas medidas, la reactivación de algunos de estos buques sancionados ha generado preocupación sobre la efectividad de las sanciones.
La estrategia de Trump y su impacto en el mercado energético
Desde su llegada al cargo en enero, Donald Trump ha estado involucrado en esfuerzos diplomáticos para negociar un alto el fuego entre Moscú y Kiev. Su enfoque hacia las sanciones ha sido más moderado en comparación con el de su predecesor. Aunque ha amenazado con imponer sanciones adicionales si Rusia no acepta un acuerdo de paz, también ha sugerido la posibilidad de suavizar ciertas restricciones como parte de las negociaciones.
A pesar de la reactivación de los buques, Bloomberg señala que los ingresos de Rusia por exportaciones de petróleo se han mantenido relativamente estables, alrededor de 1.3 mil millones de dólares por semana. Este hecho sugiere que el aumento en el volumen de exportaciones ha sido contrarrestado por una caída en los precios del crudo, que han disminuido en las últimas semanas debido a un aumento en la oferta y la incertidumbre económica global.
Antes del estallido del conflicto en Ucrania en 2022, casi la mitad de las exportaciones de crudo ruso se dirigían a países europeos. Sin embargo, para 2024, esa cifra se ha reducido al 10% como resultado de las prohibiciones impuestas por la UE. Rusia ha redirigido su suministro hacia China e India, que ahora representan el 87% de las exportaciones rusas de crudo, un aumento notable desde el 35% previo al conflicto, según datos de Oxford Analytica.