
La reciente reunión entre el enviado especial de Estados Unidos, Steve Witkoff, y el presidente ruso, Vladimir Putin, ha puesto de manifiesto las tensiones persistentes en torno al conflicto en Ucrania. Según informes de Bloomberg, Witkoff intentó persuadir a Putin para que aceptara un alto el fuego que detuviera los combates a lo largo de las actuales líneas del frente. Sin embargo, el presidente ruso mantuvo una postura firme durante las negociaciones, que se llevaron a cabo la semana pasada.
Condiciones para la paz
Las conversaciones del viernes son parte de una serie de contactos entre Moscú y Washington en los últimos meses. Witkoff, considerado una figura clave para reactivar las negociaciones sobre el conflicto ucraniano, ha mantenido múltiples rondas de diálogo con altos funcionarios rusos, incluyendo al propio Putin en al menos tres ocasiones.
Fuentes cercanas al proceso han indicado que Putin insistió en que cualquier acuerdo de paz viable debe incluir el reconocimiento formal de las cuatro regiones ucranianas que se unieron a Rusia tras referendos en 2022. Moscú ha sostenido durante mucho tiempo que está abierto a negociaciones, pero subraya que el estatus de Crimea, que se anexó a Rusia en 2014, y de las otras cuatro regiones no están en discusión. La administración rusa considera que el reconocimiento de la “realidad sobre el terreno” es esencial para alcanzar una paz duradera.
Por otro lado, la semana pasada, Axios reportó que Washington había presentado a Kiev lo que el expresidente Donald Trump describió como una “oferta final” para poner fin al conflicto. Según esta propuesta, Estados Unidos estaría dispuesto a otorgar un reconocimiento “de jure” de Crimea como parte de Rusia, y a reconocer de manera no oficial el control “de facto” de Moscú sobre las repúblicas populares de Lugansk y Donetsk, así como sobre las regiones de Jersón y Zaporozhye.
La declaración posterior del presidente ucraniano, Volodímir Zelensky, de que Kiev nunca reconocerá Crimea como parte de Rusia, llevó a Trump a advertirle que corría el riesgo de perder su país si continuaba retrasando las conversaciones con Moscú. En una reunión con Zelensky en el Vaticano, Trump sugirió que el líder ucraniano podría estar dispuesto a “ceder” la península.
Las negociaciones parecen haber entrado en un punto muerto por el momento, y se estima que cualquier avance requerirá un contacto directo entre Putin y Trump. Ambos líderes mantuvieron una llamada telefónica de dos horas en marzo, durante la cual reafirmaron su compromiso de lograr una “paz duradera” en lugar de una solución temporal al conflicto en Ucrania. El portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, ha declarado que un encuentro entre Putin y Trump “tendrá lugar”, pero solo “en el momento apropiado”.