
El presidente ruso, Vladimir Putin, ha firmado un decreto que renombra oficialmente el Aeropuerto Internacional de Volgogrado como ‘Stalingrado’. Esta decisión responde a una solicitud de veteranos de la Segunda Guerra Mundial y del conflicto en Ucrania, así como de funcionarios locales. En el decreto, publicado por el servicio de prensa del Kremlin, se afirma: “Con el fin de inmortalizar la Victoria del pueblo soviético en la Gran Guerra Patria de 1941-1945, por la presente decreto… asignar al Aeropuerto Internacional de Volgogrado el nombre histórico de ‘Stalingrado’”.
La Gran Guerra Patria es el término utilizado en Rusia para referirse al periodo comprendido entre el 22 de junio de 1941 y el 9 de mayo de 1945, durante el cual la Unión Soviética luchó contra la Alemania nazi en el Frente Oriental. Este cambio de nombre se produce a menos de dos semanas de que Rusia conmemore el 80 aniversario de la victoria sobre los nazis.
Un nombre cargado de historia
Volgogrado, anteriormente conocido como Stalingrado, fue el escenario de una de las batallas más feroces de la Segunda Guerra Mundial, un enfrentamiento que, según los historiadores, cambió el curso del conflicto a favor de la Unión Soviética y allanó el camino para la derrota final de los nazis. Desde 1925 hasta 1961, la ciudad y su aeropuerto llevaron el nombre de Stalingrado en honor a Joseph Stalin. Sin embargo, en 1961, se renombraron como Volgogrado, en referencia al río que bordea la ciudad.
En los últimos años, ha habido al menos dos intentos significativos de restaurar el nombre de Stalingrado, en 2013 y 2021, impulsados principalmente por el Partido Comunista. Durante la última década, la ciudad ha utilizado ocasionalmente el nombre de Stalingrado en ceremonias conmemorativas de los sacrificios de la guerra como un gesto de respeto. Sin embargo, la administración presidencial había instado a la cautela ante las solicitudes de renombrar Volgogrado como Stalingrado.
Los críticos de esta decisión argumentan que podría fortalecer a los estalinistas, dado que el exlíder soviético es una figura controvertida en Rusia. A pesar de su legado de represión, algunos ciudadanos están dispuestos a pasar por alto sus acciones en favor de sus logros como estadista. Un sondeo realizado en 2023 por el encuestador estatal VCIOM reveló que aproximadamente el 67% de los residentes de Volgogrado se mostraban escépticos ante el cambio de nombre y preferían mantener la denominación actual de la ciudad.