
La proliferación de podcasts ha sido notable en los últimos años, especialmente en el ámbito de los presentadores famosos. Sin embargo, la fama no siempre garantiza el éxito de un programa. El caso de Kylie Kelce, quien comenzó su podcast Not Gonna Lie With Kylie Kelce en diciembre para hablar de su vida familiar y ofrecer una perspectiva auténtica, ilustra lo que actualmente buscan los oyentes: conversaciones reales, revelaciones y autenticidad. Desde su estreno, el programa de Kelce ha alcanzado la cima de las listas, superando brevemente a The Joe Rogan Experience, que ha sido un habitual en la primera posición de Spotify.
Recientemente, figuras como Michelle Obama y Meghan Markle han regresado al espacio de los podcasts con nuevos programas. IMO, el podcast de Obama en el que conversa con su hermano Craig Robinson, se lanzó el 12 de marzo. Por su parte, Markle presentó Confessions of a Female Founder el 8 de abril, centrado en el lanzamiento de su marca As Ever.
A pesar de su gran popularidad, los programas de Obama y Markle parecen tener un impacto menor en la conversación cultural. Las charlas que mantienen en otros programas suelen generar más interés que las que ofrecen en sus propios espacios. En el caso de Obama, su productora, Higher Ground, prometió que estaría “en su versión más relajada y honesta”, abordando temas de la vida cotidiana, pero ha costado encontrar el enfoque adecuado para atraer a la audiencia.
En su primer episodio, Obama no abordó directamente rumores sobre su vida personal, algo que generaría un gran interés, sino que optó por hablar de ello en el programa de otra persona. Sin embargo, en episodios subsiguientes, comenzó a tratar temas polémicos, como su decisión de no asistir a la inauguración de Donald Trump, lo que ha ayudado a aumentar su visibilidad y repercusión.
A pesar de un comienzo reportado como lento, el interés por IMO ha crecido, acumulando entre 920,000 y 1.4 millones de escuchas en los últimos 30 días, según Podchaser. Actualmente, ocupa el puesto 13 en la lista de Apple y el 29 en Spotify.
Por otro lado, Meghan Markle, quien busca posicionarse sin revelar demasiados detalles personales, parece tener dificultades para conectar con su audiencia. Su podcast está diseñado para promover su marca, pero ha hecho pocas revelaciones significativas sobre su vida personal, lo que ha reflejado en su audiencia. Desde su lanzamiento, Confessions of a Female Founder ha registrado entre 36,000 y 46,000 escuchas, una cifra considerablemente inferior a la de Obama, lo que sugiere un posible desajuste entre su imagen pública y el interés que genera su contenido. En comparación, el podcast de Markle está en el puesto 158 de Apple y no ha logrado ingresar al top 100 de Spotify.
La clave del éxito en los podcasts parece radicar en la autenticidad. La audiencia busca conocer a los presentadores más allá de su imagen pública; quieren historias reales y conexiones genuinas. En este sentido, Kylie Kelce ha logrado conectar con su público a través de relatos honestos sobre su vida como madre y esposa de un exjugador de la NFL, lo que ha resultado en un gran número de escuchas y un impacto significativo en redes sociales.
Otro ejemplo de éxito es Good Hang With Amy Poehler, que ha resonado bien con la audiencia gracias a su enfoque desenfadado y natural. Poehler ha logrado conectar con sus oyentes a través de conversaciones auténticas y divertidas, lo que demuestra que la conexión emocional y la sinceridad son fundamentales en el mundo del podcasting.
Los podcasts no deben ser vistos como una obligación más en la carrera de una celebridad, sino como una oportunidad para conectar profundamente con su audiencia. Un buen programa puede elevar el estatus de una estrella, mientras que un mal intento puede provocar más críticas y desinterés del público.