
Un lobo gris, identificado como 2514-BC, liberado en Colorado en enero como parte de un esfuerzo histórico de reintroducción, ha fallecido en el Parque Nacional de las Montañas Rocosas, según informaron las autoridades de vida silvestre. La confirmación de la muerte se produjo tras recibir una «alerta de mortalidad» de su collar el 20 de abril.
El Departamento de Parques y Vida Silvestre de Colorado no ha revelado la causa exacta de la muerte, pero ha indicado que la situación será investigada por el Servicio de Pesca y Vida Silvestre de EE. UU., dado que los lobos grises están protegidos por la Ley de Especies en Peligro de Extinción.
Contexto de la reintroducción de lobos en Colorado
El lobo 2514-BC formaba parte de un grupo de 15 lobos grises capturados en Columbia Británica y liberados en los condados de Eagle y Pitkin en enero, siendo esta la segunda liberación desde que los votantes aprobaron la reintroducción en 2020. Las autoridades estatales han señalado que la supervivencia de los lobos en Colorado se encuentra dentro de lo normal para la región de las Montañas Rocosas, y que las muertes son un factor contemplado en el Plan de Restauración y Manejo del Lobo de Colorado.
Según datos proporcionados por el Departamento de Parques y Vida Silvestre, la esperanza de vida promedio de un lobo gris en las Rocosas es de tres a cuatro años. Esta es al menos la sexta muerte entre los lobos reintroducidos, y se ha indicado que estas muertes han sido atribuidas tanto a causas naturales como a muertes intencionadas. Un ejemplo de esta última categoría ocurrió en marzo, cuando un lobo gris de Colorado fue abatido por funcionarios federales en Wyoming tras haber matado ovejas.
El suceso pone de manifiesto las complejidades y desafíos que enfrenta la reintroducción de especies en su hábitat natural, un proceso que, aunque necesario para la biodiversidad y el equilibrio ecológico, se encuentra salpicado de tensiones entre la conservación de la vida silvestre y las actividades humanas.