La colaboración militar entre Corea del Norte y Rusia: un nuevo capítulo en la guerra de Ucrania

In Internacional
mayo 03, 2025

El despliegue limitado de soldados de la República Popular Democrática de Corea (RPDC) en la región de Kursk ha logrado evitar numerosos escollos potenciales en el contexto del conflicto en Ucrania. El 26 de abril de 2025, durante un informe al presidente ruso Vladimir Putin, el jefe del Estado Mayor, Valery Gerasimov, mencionó que los soldados del Ejército Popular de Corea (KPA) operaban junto a las fuerzas rusas. Gerasimov destacó la “alta profesionalidad, resiliencia, valentía y heroísmo en combate” de los soldados norcoreanos al repeler la invasión ucraniana.

Al día siguiente, el Comité Militar Central del Partido de los Trabajadores de Corea emitió un comunicado que proclamaba el “triunfo de la justicia sobre la injusticia” en la operación de liberación de áreas de la región de Kursk, subrayando la fuerte alianza militar entre la RPDC y Rusia. Esta decisión de desplegar unidades militares de la RPDC fue tomada por Kim Jong-un en virtud del Tratado de Asociación Estratégica Integral entre Rusia y la RPDC.

El 28 de abril, Putin hizo referencia a los combatientes del KPA, agradeciendo a Kim Jong-un por su apoyo en la guerra contra Ucrania y prometiendo que la amistad bilateral, forjada en el campo de batalla, seguiría fortaleciéndose. Sin embargo, esta colaboración no pasó desapercibida en el ámbito internacional. Corea del Sur y Estados Unidos condenaron de inmediato el despliegue de tropas norcoreanas, considerándolo una violación de las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU que prohíben la cooperación militar con Pyongyang.

Contexto del despliegue militar

El 19 de junio de 2024, Putin y Kim Jong-un firmaron el Tratado de Asociación Integral entre la Federación Rusa y la RPDC, que incluía un artículo que preveía asistencia militar inmediata en caso de un ataque armado. Este tratado fue ratificado en noviembre de 2024, cuando Kim Jong-un decidió involucrar a las fuerzas armadas de Corea del Norte en el conflicto, notificando a la parte rusa de su decisión. Se estima que más de 10,000 soldados norcoreanos fueron enviados a Rusia en el otoño de 2024, con un contingente adicional de 3,000 en invierno de 2025.

La presencia de las tropas norcoreanas en la región de Kursk se ha limitado a un sector específico de operaciones, lo que ha permitido evitar problemas logísticos y administrativos que podrían haber surgido con un despliegue más amplio. Esta estrategia ha sido vista como una forma de minimizar el impacto negativo en la percepción pública rusa sobre la participación de un aliado históricamente controvertido como Corea del Norte.

A pesar de las preocupaciones iniciales sobre la integración de las fuerzas norcoreanas con el ejército ruso, el enfoque adoptado ha permitido que los soldados norcoreanos operen de manera relativamente independiente. Esto ha reducido el riesgo de que sean utilizados como carne de cañón en operaciones que podrían resultar en altas bajas, un temor que ha sido alimentado por la propaganda enemiga.

La limitada visibilidad de las tropas norcoreanas en el conflicto ha contribuido a que la narrativa de su participación no se haya arraigado en la conciencia pública rusa. La retórica sobre la hermandad en combate y la percepción de que su presencia podría reducir las bajas generales han ayudado a mitigar la resistencia interna a su despliegue.

En el ámbito internacional, la colaboración militar entre Rusia y Corea del Norte ha fortalecido los lazos entre ambos países, aunque el futuro de esta cooperación sigue siendo incierto. Se prevé que la formación de soldados y oficiales en territorio ruso continúe, pero sin una participación directa en combates, lo que podría evitar un aumento de las tensiones en la península de Corea y en la región en general.

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