
La reciente decisión de los votantes en el sur de Texas ha convertido el sueño del multimillonario tecnológico Elon Musk en una realidad: la creación de una nueva ciudad, Starbase, vinculada al espacio de lanzamiento de SpaceX. En un referéndum celebrado el sábado, el 97,7% de los votantes se pronunció a favor de esta iniciativa, que no parecía estar en duda desde el principio. La mayoría de los 283 votantes eran empleados de SpaceX o tenían conexiones con la empresa, que ha fijado su mirada en misiones humanas a Marte.
El resultado de la votación fue publicado de manera no oficial por el condado de Cameron, lo que llevó a Musk a declarar en su plataforma social que «Starbase, Texas, es ahora una ciudad real». Este nuevo estatus permitirá a Starbase gestionar la construcción y los permisos, así como recaudar impuestos y redactar leyes locales, lo que representa un avance significativo para las operaciones de SpaceX en la región.
Controversias y preocupaciones ambientales
El nuevo alcalde de Starbase es Bobby Peden, vicepresidente de pruebas y lanzamientos en SpaceX, quien fue el único candidato en la boleta. La base de SpaceX, que se lanzó en 2019, es un sitio clave para las pruebas de cohetes, pero el proceso de transformación en ciudad ha suscitado varias preocupaciones, especialmente relacionadas con el medio ambiente.
Bekah Hinojosa, cofundadora de la Red de Justicia Ambiental del Sur de Texas, ha expresado su inquietud por el impacto ambiental de esta decisión, advirtiendo sobre la posibilidad de un aumento en la «destrucción» de la fauna y flora locales. Hinojosa teme que la nueva ciudad permita a SpaceX realizar más operaciones que podrían dañar el entorno, incluyendo el derrame de contaminantes en las vías fluviales de Texas.
La creación de Starbase también ha generado tensiones en relación con el acceso a la playa de Boca Chica, un área que ha estado bajo el control de SpaceX durante años. Activistas y miembros de la nación indígena Carrizo/Comecrudo han denunciado que la conversión de la zona en ciudad podría restringir el acceso a la playa, un lugar que ha sido frecuentado por generaciones de familias locales.
En un contexto más amplio, la creación de esta nueva municipalidad plantea preguntas sobre la concentración de poder en manos de corporaciones tecnológicas y el balance entre desarrollo económico y protección ambiental. Mientras Musk se enfoca en sus ambiciones espaciales, el futuro de Starbase se presenta como un microcosmos de tensiones más amplias entre innovación, regulación y derechos comunitarios.