
En los parques urbanos de Barcelona, los ecos de un loro tropical resuenan entre los árboles. El vibrante loro de monk, originario de América del Sur, ha encontrado un nuevo hogar en las ciudades europeas. Estos loros prosperan en grandes colonias donde se comunican a través de una variedad de sonidos, lo que ofrece a los científicos una ventana única para entender la relación entre las dinámicas sociales individuales y la variedad vocal.
Para los animales sociales, la comunicación es clave para desbloquear los beneficios que ofrece la vida en grupo. Es bien sabido que aquellos que poseen vidas sociales más complejas tienden a tener formas de comunicación más intrincadas, desde los clics y silbidos de los delfines hasta los llamados de los primates. Un nuevo estudio sobre loros salvajes profundiza en la vida social y vocal de estos individuos, proporcionando datos relevantes para la comprensión de la comunicación animal.
Investigación del Instituto Max Planck de Comportamiento Animal
Investigadores del Instituto Max Planck de Comportamiento Animal (MPI-AB) han analizado las redes sociales de los loros de monk en España, descubriendo cómo los lazos sociales de cada individuo moldean los llamados que emiten. Los hallazgos se han publicado en la revista Royal Society Open Science.
Durante un periodo de dos años, el equipo de MPI-AB observó de cerca a 337 loros de monk, documentando sus vidas sociales y registrando un total de 5,599 vocalizaciones. Este análisis abarcó la diversidad del repertorio vocal, es decir, cuántos sonidos diferentes puede emitir un loro, así como la diversidad de los llamados de contacto, que son aquellos que se utilizan para comunicarse directamente con otros individuos.
Los resultados indican que los loros que viven en grupos más grandes producen un repertorio más variable de sonidos. Además, se observó que las hembras tienen un repertorio más diverso que los machos, un hallazgo inusual en el mundo de las aves. Según Simeon Smeele, primer autor del estudio, “es un primer paso muy importante. Parece que hay tipos de llamados que se utilizan exclusivamente en situaciones sociales. Es interesante notar que las hembras parecen producir más de estos, lo que sugiere que son el sexo más social”.
El análisis de las redes sociales mostró que aquellos loros con posiciones más centrales en la estructura social, es decir, los que tienen mayor influencia en el grupo, tienden a poseer repertorios vocales más diversos. En otras palabras, los individuos más sociales parecen tener un vocabulario más amplio que aquellos menos sociales. Smeele destaca que “pudimos vincular lo que dicen los individuos a niveles específicos de sociabilidad”, indicando que los amigos cercanos que permitían acercamientos mutuos dentro de la distancia de picoteo sonaban menos similares entre sí, como si intentaran destacar su unicidad dentro de su pequeño grupo”.
Estos resultados no solo ofrecen una visión sobre la evolución de la comunicación compleja, sino que también sugieren paralelismos con el desarrollo del lenguaje humano. Investigaciones previas ya habían mostrado que la sociabilidad se relaciona con un repertorio más diverso en especies que van desde el carbonero carolina hasta los micos titíes. Este estudio va un paso más allá al evidenciar cómo la comunicación vocal está influenciada por la red social del individuo.
Smeele concluye que “el próximo gran paso es entender mejor el significado de cada uno de los sonidos, una tarea monumental, ya que la mayor parte del parloteo social ocurre en grupos grandes con muchos individuos hablando al mismo tiempo”. Este enfoque podría abrir nuevas vías para investigar la complejidad de la comunicación entre especies y, potencialmente, entre humanos.