
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha anunciado su intención de firmar una orden ejecutiva que podría reducir los precios de los medicamentos recetados en el país entre un 30% y un 80%. Este anuncio, realizado a través de su red social Truth Social, ha sido calificado por el propio Trump como “una de las órdenes más importantes e impactantes en la historia de la nación”.
La firma de esta orden está programada para las 9 de la mañana del lunes y se enmarca dentro de una política conocida como “política de nación más favorecida”. Según Trump, esta medida permitirá que Estados Unidos pague el mismo precio por los medicamentos que el país que actualmente tenga los precios más bajos a nivel mundial. El mandatario ha argumentado que esta política traerá “justicia a América”, ahorrará billones de dólares y reducirá los costos de atención médica en todo el país.
Actualmente, Estados Unidos gasta alrededor de 400.000 millones de dólares al año en medicamentos recetados, a menudo pagando precios que son el triple de lo que se paga en otros países. Trump ha afirmado que, por primera vez en muchos años, esta medida permitirá que los ciudadanos estadounidenses sean tratados de manera justa en lo que respecta a los costos de atención médica.
Contexto y Reacciones
La política afectará a Medicare, el programa de seguros para aproximadamente 70 millones de estadounidenses mayores. Durante su anterior mandato, Trump intentó implementar una reducción de precios para los medicamentos administrados por médicos, basándose en las tarifas de países con precios fijados por el gobierno. Sin embargo, esa orden fue bloqueada por los tribunales estadounidenses y posteriormente revocada por la administración del expresidente Joe Biden.
Las barreras legales para estas políticas fueron eliminadas en 2022, cuando el Congreso, liderado por los demócratas, aprobó la Ley de Reducción de la Inflación, que otorga a Medicare poderes limitados para negociar precios. A pesar de esto, la Asociación de Investigación y Fabricantes Farmacéuticos de América ha criticado la iniciativa, argumentando que la fijación de precios por parte del gobierno es perjudicial para los pacientes estadounidenses y que el aumento de costos se debe a “intermediarios en el sistema”.
Trump ha desestimado estas afirmaciones, acusando a las compañías farmacéuticas de utilizar los costos de investigación como excusa para sobrecargar a los consumidores. “Todos estos costos fueron, y serían, soportados sin razón alguna por los ‘tontos’ de América, SOLAMENTE”, afirmó el presidente en su publicación.