
Investigadores del Instituto de Cáncer Knight de la Universidad de Salud y Ciencias de Oregón (OHSU) han desarrollado un nuevo tipo de nanopartícula que podría revolucionar el tratamiento del cáncer mediante ultrasonido. Este avance, publicado en la revista Nano Letters, busca hacer los tratamientos de ablación tumoral más efectivos y seguros, minimizando el daño a los tejidos sanos circundantes.
El enfoque actual en la ablación tumoral mecánica, que utiliza energía para destruir tumores sólidos sin cirugía, enfrenta importantes desafíos. La necesidad de una alta intensidad energética puede causar calor excesivo, perjudicando así los tejidos sanos. Además, existe el riesgo de que algunas células cancerosas sobrevivan al tratamiento, lo que podría permitir la reaparición del cáncer.
Michael Henderson, uno de los autores del estudio, ha explicado que las nanopartículas creadas son aproximadamente mil veces más pequeñas que el grosor de una hoja de papel. Estas partículas están diseñadas con burbujas en su superficie que, al ser estimuladas por el ultrasonido, estallan y liberan energía para destruir los tumores de manera más precisa. Al mismo tiempo, están recubiertas con péptidos que facilitan su adhesión a las células tumorales, mejorando así su penetración.
Una terapia combinada más efectiva
Para potenciar aún más la eficacia del tratamiento, los científicos han acoplado un potente fármaco quimioterapéutico a la superficie de las nanopartículas. Li Xiang, coautora del estudio, describe esta estrategia como un «golpe de dos pasos». El ultrasonido destruye físicamente el tumor, mientras que el fármaco se encarga de eliminar cualquier célula cancerosa residual.
Las pruebas realizadas en modelos preclínicos de melanoma humano han demostrado que esta combinación no solo destruye los tumores de manera más profunda, sino que también mejora la entrega del fármaco en comparación con tratamientos individuales. Henderson ha señalado que las nanopartículas pueden reducir la energía necesaria para el tratamiento por hasta 100 veces, permitiendo el uso de pulsos cortos de ultrasonido que disrumpen los tumores sin sobrecalentar los tejidos adyacentes.
Los resultados en ratones con tumores de melanoma humano han sido prometedores, mostrando mejoras significativas en la supervivencia general y, en algunos casos, la desaparición completa de los tumores, sin efectos secundarios importantes. Este nuevo enfoque podría extenderse a otros tratamientos, incluyendo infecciones y enfermedades cardiovasculares, donde la combinación de terapias mecánicas y farmacológicas podría ser beneficiosa.
Adem Yildirim, autor principal del estudio, ha destacado la evolución de esta investigación desde 2018, que comenzó como un estudio sobre la ablación tumoral asistida por nanopartículas. «Estamos entusiasmados por llevar esto a la inmunoterapia», ha afirmado, sugiriendo que la combinación del ultrasonido enfocado con la entrega inteligente de fármacos ofrece una nueva vía prometedora para luchar contra el cáncer de manera más efectiva y reducir las posibilidades de recaída.
El éxito de esta investigación no solo representa un avance significativo en el tratamiento del cáncer, sino que también refleja la creciente importancia de la investigación científica en la búsqueda de soluciones innovadoras en el ámbito de la salud. La colaboración entre diferentes disciplinas y la inversión en investigación son esenciales para seguir progresando en este campo, que podría transformar radicalmente la atención sanitaria en el futuro.