
El reciente informe de la Universidad de Michigan ha puesto de manifiesto la creciente preocupación de los consumidores estadounidenses en relación con las tarifas impuestas por el gobierno, que podrían provocar un aumento en la inflación. Según el estudio, el índice de confianza del consumidor ha descendido a 50.8, una cifra que se sitúa muy cerca de los niveles más bajos registrados, superando únicamente los datos de junio de 2022. Este descenso se produce en un contexto donde las expectativas de inflación para el año próximo han aumentado del 6.5% al 7.3%, mientras que las proyecciones a largo plazo también han experimentado un ligero incremento, pasando del 4.4% al 4.6%.
Es relevante señalar que la mayoría de las respuestas en la encuesta se recopilaron antes de que Estados Unidos y China anunciaran un parón de 90 días en la mayoría de las tarifas entre ambos países. Este contexto de incertidumbre comercial parece ser un factor clave que ha influido en la percepción de los consumidores sobre la economía. Joanne Hsu, directora de las encuestas de consumidores, destacó que las tarifas fueron mencionadas espontáneamente por casi tres cuartas partes de los encuestados, un aumento significativo respecto al 60% de abril. Esto sugiere que la política comercial sigue siendo un tema central en las preocupaciones de los estadounidenses.
Impacto de las Tarifas en la Economía
Las expectativas de inflación son un aspecto que tanto inversores como responsables de políticas económicas vigilan con atención. Jerome Powell, presidente de la Reserva Federal, ha manifestado que el banco central busca evitar que las expectativas de inflación a largo plazo se vean alteradas por las tarifas antes de considerar recortes en las tasas de interés. A pesar de la pausa en los aranceles sobre las importaciones provenientes de China y otros países, la tasa efectiva de aranceles para los bienes que ingresan a Estados Unidos sigue siendo significativamente más alta que antes de la llegada de Donald Trump a la presidencia en enero de 2017.
La mayoría de los economistas, independientemente de su inclinación política, coinciden en que las tarifas pueden provocar un aumento temporal en los precios. Sin embargo, el alcance de este incremento y su potencial para avivar la inflación a largo plazo permanecen en el aire. Los datos recientes sobre la inflación no han mostrado un efecto notable de las tarifas, ya que tanto el índice de precios al consumidor como el de precios al productor para abril se situaron por debajo de las estimaciones consensuadas.
El índice final de confianza del consumidor para mayo se publicará el 30 de este mes, y se espera que sea objeto de un minucioso seguimiento, para evaluar si la pausa en las tarifas ha conducido a una mejora en la percepción de los consumidores sobre la economía.