
La administración del expresidente estadounidense Donald Trump ha sido objeto de controversia tras la revelación de un plan que contempla la reubicación de hasta un millón de palestinos desde Gaza hacia Libia. Según un informe de NBC, esta propuesta se encuentra en consideración seria en la Casa Blanca, aunque ha sido desmentida por representantes del gobierno estadounidense.
Desde su llegada al poder en enero, Trump ha manifestado su intención de tomar control de Gaza y transformarlo en un destino turístico en la costa mediterránea. Esta idea ha suscitado un fuerte rechazo por parte de varios países de la región, que argumentan que tales planes violan el derecho internacional, amenazan la estabilidad regional y menoscaban los derechos de los palestinos a permanecer en sus tierras ancestrales.
Condiciones y reacciones internacionales
El plan, que implicaría la reubicación de aproximadamente la mitad de la población de Gaza, se habría discutido con el liderazgo libio, aunque no se ha especificado cuál de los gobiernos rivales del país ha estado involucrado en estas conversaciones. Libia, sumida en el caos desde la caída de Muammar Gaddafi en 2011, cuenta actualmente con dos gobiernos en conflicto: el Gobierno de Unidad Nacional (GNU) en Trípoli y el gobierno reconocido por la ONU en Tobruk.
Según las fuentes, a cambio de aceptar a los palestinos, la administración Trump podría estar dispuesta a descongelar alrededor de 30 mil millones de dólares en fondos pertenecientes a Libia que han estado bloqueados durante una década. Sin embargo, el Departamento de Estado de EE. UU. desaconseja a los ciudadanos estadounidenses viajar a Libia debido a la alta criminalidad, el terrorismo y el conflicto armado.
Israel ha sido informado sobre las discusiones entre EE. UU. y Libia, aunque no se ha llegado a un acuerdo definitivo sobre la reubicación de los palestinos. Los detalles sobre cómo y cuándo podría implementarse este plan permanecen poco claros.
Un portavoz de la administración Trump ha calificado el informe de NBC como «falso», subrayando que la situación en Libia es «insoportable» para llevar a cabo un plan de esta magnitud y que no se ha discutido tal propuesta.