
La lucha por la supervivencia del árbol de sangre de dragón en Socotra
En la remota isla de Socotra, Yemen, un pequeño árbol de sangre de dragón, protegido por una valla improvisada, representa la esperanza de conservación de una especie única en peligro de extinción. Sena Keybani, responsable de un vivero familiar dedicado a la preservación de esta planta emblemática, expresa su profunda tristeza al observar la muerte de estos árboles, comparándolo con la pérdida de un hijo. La situación es alarmante, ya que factores como ciclones cada vez más intensos, el pastoreo de cabras invasivas y el prolongado conflicto civil en Yemen amenazan no solo a esta especie, sino a todo el ecosistema de la isla. Socotra, conocida por su biodiversidad extraordinaria y con el estatus de Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, alberga más de 800 especies de plantas, de las cuales más de un tercio no se encuentran en ningún otro lugar del planeta.
El árbol de sangre de dragón, famoso por su forma singular y su savia de color rojo, ha fascinado a turistas de todo el mundo. Sin embargo, el aumento de la frecuencia e intensidad de los ciclones en el Mar Arábigo ha causado estragos en los bosques de la isla. En 2015, una serie de ciclones devastadores arrasó Socotra, destrozando ejemplares centenarios que habían sobrevivido a innumerables tormentas. A medida que las temperaturas globales continúan aumentando y las emisiones de gases de efecto invernadero siguen en ascenso, los científicos advierten que la intensidad de estos fenómenos climáticos solo aumentará, lo que pone en grave peligro la supervivencia de los árboles de sangre de dragón.
Además de los ciclones, la amenaza de las cabras invasivas complica aún más la situación. A diferencia de otras especies arbóreas que crecen rápidamente, los árboles de sangre de dragón tienen un crecimiento muy lento, lo que los hace vulnerables a la depredación de los jóvenes ejemplares por parte de estas cabras. La falta de árboles jóvenes en los bosques indica un grave problema de regeneración, lo que pone en riesgo el futuro de la especie. Las iniciativas de conservación, aunque existentes, enfrentan obstáculos adicionales debido a la guerra civil en Yemen, que ha desviado la atención del gobierno hacia la estabilización del país y la provisión de servicios básicos. A pesar de estos retos, los esfuerzos locales siguen siendo cruciales para garantizar que esta singular isla y su flora excepcional no se pierdan para siempre.